La Palabra de Dios que salva no es la Escritura:
Dice la misma Escritura que la
Palabra de Dios es Dios mismo (Padre, Hijo y Espíritu Santo, Jn 1, 1), el que
se hizo hombre o carne para que la palabra habitara "entre nosotros", 1, 14. Eso significa que "la Palabra" es una persona, Dios, y entonces es falso que la Palabra de
Dios sea un Libro, aunque éste hable de Dios. Se dice que la Biblia es Palabra
de Dios por ser un resumen, incompleto según se dice en ella misma, Jn 20, 31, de lo que en el pasado dijo
Dios, pero ella no es "la palabra de Dios" que salva porque solo lo
es Dios mismo en persona. La Palabra no está "empastada" sino
"encarnada", se hizo carne, como dice Jn 1, 14.
¿Qué significa que la Escritura es inspirada por Dios?:
Entonces, el hecho de que la Biblia haya sido inspirada por Dios, lo que es cierto, 2Tim 3, 16, no significa que de ella emane la Gracia cuando la leemos porque esa Gracia, que es el Espíritu Santo, solo emana de El en persona cuando se ha hecho presente en miembros de su Iglesia, Hch 2, 1ss, y ellos predican para que creamos y solo entonces recibimos esa Gracia (por ello el postulado de "Solo Gratia" es imposible vivirlo fuera de la Iglesia Católica como lo pretenden los hermanos evangélicos porque no existe fuera de ella), porque el Espíritu no se hace presente en objetos (nadie ha podido mostrar el texto donde el Espíritu le llegue a objetos).
Si Dios inspiró escribir la Biblia >a las personas< a las que antes se les manifestó de forma visible en Pentecostés, Hch 2, 1ss, a las que comunicó LO QUE EL QUISO DECIR con lo que les pidió escribir (que es diferente a lo que dice literalmente en la inmensa mayoría de los casos), para conocer nosotros esa parte de la verdad que contiene la Escritura y que por simple vista o lectura no se puede detectar o percibir porque tiene siete sellos, Ap 5, 1-5, los que solo con ayuda sobrenatural podemos abrir, Lc 24, 45, para llegar nosotros a conocer esa interpretación de lo que Dios quiso decir al inspirar la Escritura, DEBEMOS HABER RECIBIDO, DE LA MISMA FORMA VISIBLE EN QUE LO RECIBIERON LOS APÓSTOLES, EL MISMO ESPÍRITU QUE LA INSPIRÓ ESCRIBIR, porque esa es la única forma, con Dios presente en nosotros, que se puede llegar a conocer lo que El mismo quiso decir al inspirarla, y esa es la única forma de llegar a la verdad completa, con ese Bautismo en Espíritu, como dijo Jesús, Jn 16, 13.
Entonces, el hecho de que la Biblia haya sido inspirada por Dios, lo que es cierto, 2Tim 3, 16, no significa que de ella emane la Gracia cuando la leemos porque esa Gracia, que es el Espíritu Santo, solo emana de El en persona cuando se ha hecho presente en miembros de su Iglesia, Hch 2, 1ss, y ellos predican para que creamos y solo entonces recibimos esa Gracia (por ello el postulado de "Solo Gratia" es imposible vivirlo fuera de la Iglesia Católica como lo pretenden los hermanos evangélicos porque no existe fuera de ella), porque el Espíritu no se hace presente en objetos (nadie ha podido mostrar el texto donde el Espíritu le llegue a objetos).
Si Dios inspiró escribir la Biblia >a las personas< a las que antes se les manifestó de forma visible en Pentecostés, Hch 2, 1ss, a las que comunicó LO QUE EL QUISO DECIR con lo que les pidió escribir (que es diferente a lo que dice literalmente en la inmensa mayoría de los casos), para conocer nosotros esa parte de la verdad que contiene la Escritura y que por simple vista o lectura no se puede detectar o percibir porque tiene siete sellos, Ap 5, 1-5, los que solo con ayuda sobrenatural podemos abrir, Lc 24, 45, para llegar nosotros a conocer esa interpretación de lo que Dios quiso decir al inspirar la Escritura, DEBEMOS HABER RECIBIDO, DE LA MISMA FORMA VISIBLE EN QUE LO RECIBIERON LOS APÓSTOLES, EL MISMO ESPÍRITU QUE LA INSPIRÓ ESCRIBIR, porque esa es la única forma, con Dios presente en nosotros, que se puede llegar a conocer lo que El mismo quiso decir al inspirarla, y esa es la única forma de llegar a la verdad completa, con ese Bautismo en Espíritu, como dijo Jesús, Jn 16, 13.
Es absurdo y hasta ingenuo, como lo intentan hacer los hermanos evangélicos, que por la sola razón, sin Dios presente en nosotros, podamos saber lo que Dios quiso decir al inspirarla escribir a los Apóstoles.
Porque como dice Pedro a los miembros de su misma Iglesia única, “tengan
presente, ante todo, que nadie puede interpretar por cuenta propia una profecía
de la Escritura” (esto impide que alguien o cualquiera que no ha recibido el
Bautismo en Espíritu la pueda conocer y enseñar en la verdad, pero esto no
significa que no se deba interpretar).
“Porque ninguna profecía ha sido
anunciada por voluntad humana, sino que hombres han hablado de parte de Dios
>>impulsados por el Espíritu Santo”<< (y por eso solo los que han recibido el Bautismo en Espíritu pueden enseñarla), 2Ped 1, 20, lo que de paso demuestra que todos
los grupos fuera de la Iglesia Católica enseñan cosas que no son parte de la
verdad y lo demuestra el que cada una tiene doctrinas diferentes, porque cada quien se
inventa su propia verdad al leer la Escritura, al interpretarla con su sola razón.
Eso es lo que significa el que la Biblia sea inspirada por Dios, que debemos tener el mismo Espíritu que la inspiró para conocer la verdad de lo que ella dice, no que ella misma sea su propio intérprete o que nos lleve como por arte de magia a la verdad ni que por ella nos salvemos, porque eso no es bíblico.
Por ello lo que debemos creer para llegar a ser cristianos verdaderos, para llegar a ser iguales a Cristo que es el único objeto de la fe cristiana, Gal 4, 19, como lo dijo Jesús en Mc 16, 15-16, Jn 17, 20-23 y Mt 28, 18-20, es la predicación de la Iglesia. Como lo dijo también Pablo: “SOY YO el que los ha engendrado en Cristo Jesús, mediante la predicación del Evangelio” (el que el Espíritu le dictaba, no el escrito porque no existía aún), 1Cor 4, 15. El Evangelio es Cristo mismo, no el libro que habla de Él.
Eso es lo que significa el que la Biblia sea inspirada por Dios, que debemos tener el mismo Espíritu que la inspiró para conocer la verdad de lo que ella dice, no que ella misma sea su propio intérprete o que nos lleve como por arte de magia a la verdad ni que por ella nos salvemos, porque eso no es bíblico.
Por ello lo que debemos creer para llegar a ser cristianos verdaderos, para llegar a ser iguales a Cristo que es el único objeto de la fe cristiana, Gal 4, 19, como lo dijo Jesús en Mc 16, 15-16, Jn 17, 20-23 y Mt 28, 18-20, es la predicación de la Iglesia. Como lo dijo también Pablo: “SOY YO el que los ha engendrado en Cristo Jesús, mediante la predicación del Evangelio” (el que el Espíritu le dictaba, no el escrito porque no existía aún), 1Cor 4, 15. El Evangelio es Cristo mismo, no el libro que habla de Él.
El que nos engendra a la fe es el predicador que
tiene el Evangelio vivo, a Dios mismo, dentro de si, porque lo ha recibido de
forma visible y manifestada como en Pentecostés (en eso consiste tener Fe y
creer en Jesús, Hch 1, 5; 2, 1ss, por lo que la "Sola Fe" fuera de la
Iglesia Católica es imposible alcanzarla tampoco.)
Entonces NO es la sola Biblia fuera de ella lo que
nos engendra a la fe, lo que descarta que la misma y sola Biblia nos pueda
llevar a la verdad como por arte de magia cuando la leemos porque un Libro no
es algo vivo del que pueda emanar ese poder.
Por ello la Sola Escritura es ineficaz, y es inútil tratar de alcanzar "Solo Jesús", ser como El, fuera de la Iglesia Católica; y solo llegando a ser como El es la única forma de darle "solo gloria a Dios", lo que demuestra que los principios o postulados de los hermanos evangélicos son a todas "luces" falsos.
La Escritura tiene intérpretes humanos:
En consecuencia, todo lo anterior demuestra que debemos escuchar a quienes han recibido y tienen hoy ese mismo Espíritu de los Apóstoles, Hch 2, 1ss, por ser ese el único camino para llegar a la verdad completa, la que ellos ya conocen al recibirlo como dijo Jesús en Jn 16, 13ss, para interpretarla correctamente.
La Escritura tiene intérpretes humanos:
En consecuencia, todo lo anterior demuestra que debemos escuchar a quienes han recibido y tienen hoy ese mismo Espíritu de los Apóstoles, Hch 2, 1ss, por ser ese el único camino para llegar a la verdad completa, la que ellos ya conocen al recibirlo como dijo Jesús en Jn 16, 13ss, para interpretarla correctamente.
Y ese fue el Evangelio o la verdad completa y
eficaz, con el Espíritu presente en ellos, que El en persona les pidió predicar
y enseñar al mundo entero, Mt 28, 18-20, Mc 16, 1|5-16 (el escrito no existía)
lo que demuestra que la Biblia si debe tener intérpretes humanos que son los
únicos autorizados y capacitados para hacerlo, y que ella sola no nos hace
cristianos solo por aprender datos contenidos en ella.
Todos los fieles debemos estudiar e interpretar la Escritura en medio de la Iglesia Católica que escribió el NT y recibió la inteligencia para toda interpretarla en la verdad, Lc 24, 44-45, teniendo en cuenta sus enseñanzas, para poder llegar a entenderla y crecer en el conocimiento de la verdad. Por ello en el NT solo los Apóstoles y sus discípulos ya convertidos interpretan y enseñan la Escritura, ver como ejemplo 1Cor 10, 1-11.
Ello demuestra que no es cierto que la misma Biblia es su propio intérprete pues ya probamos que su intérprete para nosotros es el Espíritu Santo después de recibirlo de forma manifestada, y las personas que antes ya lo han recibido porque ya conocen la interpretación espiritual de la Escritura, por lo que es falso que su intérprete es ella misma (no es un libro mágico), ni que podemos interpretarla en la verdad nosotros solos fuera de la Iglesia y sin haber recibido el Espíritu.
A manera de complemento de lo que hemos dicho, veamos ésta imagen en donde se explica en parte lo que hemos dicho arriba, para su mejor entendimiento:
Todos los fieles debemos estudiar e interpretar la Escritura en medio de la Iglesia Católica que escribió el NT y recibió la inteligencia para toda interpretarla en la verdad, Lc 24, 44-45, teniendo en cuenta sus enseñanzas, para poder llegar a entenderla y crecer en el conocimiento de la verdad. Por ello en el NT solo los Apóstoles y sus discípulos ya convertidos interpretan y enseñan la Escritura, ver como ejemplo 1Cor 10, 1-11.
Ello demuestra que no es cierto que la misma Biblia es su propio intérprete pues ya probamos que su intérprete para nosotros es el Espíritu Santo después de recibirlo de forma manifestada, y las personas que antes ya lo han recibido porque ya conocen la interpretación espiritual de la Escritura, por lo que es falso que su intérprete es ella misma (no es un libro mágico), ni que podemos interpretarla en la verdad nosotros solos fuera de la Iglesia y sin haber recibido el Espíritu.
A manera de complemento de lo que hemos dicho, veamos ésta imagen en donde se explica en parte lo que hemos dicho arriba, para su mejor entendimiento:
Los hermanos evangélicos y otros
interpretan mal algunos textos asumiendo que dicen que ella sola lleva a la
verdad y que por ella sola nos salvamos, lo que no es cierto. Veamos algunos
casos:
“La fe es por el oir y el oir por la palabra de Cristo”, Rom
10, 17. Algunas biblias lo traducen así. Y los hermanos esperados lo entienden como “la
fe es por el leer y el leer por la Biblia”, para decir que solo por la Biblia obtenemos
la fe y nos salvamos.
Y ello es completamente contrario al contexto porque
Pablo se refiere en los versículos anteriores a que los fieles que invoquen al
Señor se salvarán. Y enseguida dice que los que lo invocan es porque creen, y
los que creen es porque alguien les predica, y el que predica es porque alguien,
el Señor en persona, lo envía y expresa la Palabra de Dios a través de él.
Allí no
habla entonces de Escritura por ningún lado, sino de que la fe nos llega al oir una predicación
oral, no por leer, y que esa predicación oral de quien predica debe venir y viene de Cristo
que está en él dictándole lo que debe decir. Por ello dice que por el oir "la Palabra de Dios", la que viene de Cristo en persona por el Espíritu que el predicador ha recibido de forma visible.
Entonces la palabra de que habla
el texto no es la Escritura porque no existía el Nuevo Testamento en el siglo I, sino la predicación que viene de Cristo, porque “la
palabra” es la persona de Dios como lo dice Jn 1, 1 y ya vimos arriba.
Entonces ese texto se debe
entender como lo traducen algunas biblias: que “La fe, por lo tanto, nace de la
predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo.”,
la que El en persona le dice al predicador.
En casi todos los textos bíblicos donde se habla de “la palabra”, "el Evangelio", "la Buena Noticia", etc., los hermanos entienden erradamente “Escritura” o “Biblia” siendo que
se refiere a Cristo o al Espiritu Santo que son “la Palabra”, y que habla a través de los Apóstoles, de la Iglesia.
Como cuando dice Pablo: " Nosotros, por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios, porque cuando recibieron la Palabra que les predicamos, ustedes la aceptaron no como palabra humana, sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios, que actúa en ustedes, los que creen.", 1Tes 2, 13. Ellos entienden que la palabra de Dios que actúa en nosotros los creyentes es la Escritura y aquí se está refiriendo Pablo es a Cristo que vive en ellos por su Espíritu que es la Palabra de Dios viva que ellos predicaron y que es la que opera en nosotros.
Otro texto que mal interpretan: "y
que desde niño conoces las sagradas letras"(es un deber conocerlas en la
misma Iglesia, 2Ped 1, 19, como ya vimos), "que pueden darte la sabiduría
que lleva a la salvación" (no dice que por conocer las Escrituras nos
salvamos, sino que estudiándolas podemos obtener la sabiduría que lleva a la
salvación porque ella dice o muestra cómo y dónde nos salvamos, y ya sabiéndolo
podemos buscarla donde dice que recibimos la salvación, en su Iglesia)
"MEDIANTE LA FE EN CRISTO JESUS" (esto confirma que el medio que
lleva a la salvación es la fe en Cristo, Gal 3, 11, no la Escritura, 2Cor 3, 6,
y alcanzamos esa fe y esa salvación como lo dijo Jesús creyendo a la
predicación de su Iglesia única, Mc 16, 15-16; Jn 17, 20-23, no por la sola
Escritura fuera de ella).
Y después de recibir el Espíritu de
forma visible, que es lo que nos da la fe en plenitud, la Biblia es útil >>a quien lo ha
recibido<< como Pablo, “para enseñar, arguir, corregir y EDUCAR EN LA
JUSTICIA” (consiste en llevar a otros a ser justos como Cristo, Gal 4, 19; 1Cor
4, 15), lo que solo puede hacer quien antes ha recibido su Espíritu, que es lo
único, esa predicación de la Iglesia (no la Escritura que es un instrumento de
la predicación que salva) que nos lleva a ser perfectos y nos prepara para toda
obra buena (porque nos lleva a ser como Jesús, sin ser como El no somos
perfectos ni podemos obrar el verdadero bien, Gal 4, 19), 2Tim 3, 15-17.
Por ello, por buscar la vida eterna
o la salvación escudriñando la sola Escritura fue que Jesús criticó a los
fariseos, porque no entendieron que ella solo daba testimonio escrito de Jesús,
que hablaba de El, que lo anunciaba, y que debían era venir a El, seguirlo como
miembros de su Iglesia única como los Apóstoles, para tener la vida eterna que
buscaban erradamente en la Escritura, pero nunca lo quisieron hacer, Jn
5, 39.
Los fariseos cambiaron a la palabra de Jesús en persona que vive en medio de su
Iglesia única, Mt 28, 20; 1Tim 3, 15; Gal 2, 20, por el Libro, por un objeto, por
creer que en el solo libro encontraban la vida eterna sin ser cierto, que es lo
mismo que hacen los evangélicos y demás grupos no católicos hoy.
Pero los que
recibieron esa palabra y vida eterna en Pentecostés fueron los Apóstoles, los que lo
siguieron como miembros de su Iglesia única sin que les predicaran el Evangelio escrito, no los fariseos que lo rechazaron, lo que demuestra lo que digo.
Entonces eso es idolatría porque es creer que la Biblia es Dios y que ella
salva, y esperar de ese dios falso la salvación, lo que nunca se podrá cumplir.
El verdadero sentido
de la Escritura:
Ese no es el sentido de la Escritura pues no sirve para
llegar a la verdad por ella sola, ni para salvarnos por ella. Ella sirve para lo
que ella misma dice en Jn 20, 31:
“Estos (hechos de Jesús) han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.”.
Es decir, para que al leerla sepamos quién es el Mesías por lo que en ella se cuenta de Jesús, Lc 24, 44, y ya sabiéndolo podamos creer en El. Pero debemos creer de la forma en que El dijo varias veces que debemos hacerlo, siguiéndolo en su única Iglesia, Jn 17, 20-23, Mc 16, 15-16, hasta que siendo bautizados en Espíritu lleguemos a tener su misma vida eterna, y de esa forma lleguemos a ser como El, Gal 4, 19; Rom 8, 29, que es en lo que consiste creer en El.
“Estos (hechos de Jesús) han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.”.
Es decir, para que al leerla sepamos quién es el Mesías por lo que en ella se cuenta de Jesús, Lc 24, 44, y ya sabiéndolo podamos creer en El. Pero debemos creer de la forma en que El dijo varias veces que debemos hacerlo, siguiéndolo en su única Iglesia, Jn 17, 20-23, Mc 16, 15-16, hasta que siendo bautizados en Espíritu lleguemos a tener su misma vida eterna, y de esa forma lleguemos a ser como El, Gal 4, 19; Rom 8, 29, que es en lo que consiste creer en El.
Este texto no significa, como lo
mal interpretan también los evangélicos, que debemos creer por la sola
Escritura porque ella no nos puede llevar sola a ser iguales a Cristo, que es
el único objetivo de la fe cristiana como ya vimos.
No por solo leerla o ser creyentes se ha cumplido en nosotros la
Escritura:
Por otro lado, Jesús dijo que El era el cumplimiento de las Escrituras, Mt 5, 17, y la misma Escritura narra
como en los primeros cristianos se cumplieron las Escrituras porque después de
estar siguiendo y creyendo al Señor como miembros de su Iglesia única, les
permitió llegar a vivir una experiencia concreta, ser bautizados en Espíritu de
forma visible, Hch 1, 5; 2, 1ss; 10, 44; 19, 6; Mc 16, 15-16, porque eso los hizo iguales a Jesús, que e sla única forma de cumplir nosotros las Escrituras -no se cumplen siguiendo literalmente lo que dice-.
Por ello los Apóstoles todo lo
que dicen a sus discípulos en sus Cartas está de acuerdo con esas experiencias ya
vividas. Todo lo que les dicen está
basado en esas experiencias que ya vivieron los discípulos.
Pero es errado
asumir que por el solo hecho de nosotros ser creyentes y leer lo que los
apóstoles les dijeron a esos discípulos del siglo I, quiera decir que automáticamente
ya se haya cumplido en nosotros, pues no hemos vivido esas mismas experiencias
aún.
Entonces debemos tomar lo dicho
en la Escritura como la promesa de que se cumplirá en nosotros lo que ellos
vivieron, si hacemos lo mismo que ellos hicieron, seguirlo y creer en su iglesia
única y Católica, 1Ped 1, 12, porque eso nos lleva a ser bautizados en Espíritu
(que es la plenitud del único Bautismo que existe, 1Ped 1, 8) como ellos lo
vivieron, que es lo que hace que se cumplan las Escrituras en nosotros, porque el
ser bautizados en Espíritu es lo que nos hace iguales a Cristo y de esa única forma es que se pueden cumplir las
Escrituras, porque El es el único que las ha podido cumplir, Mt 5, 17.
Por ello si dice Pablo que “el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado.”, Rom 5, 5, no
significa que solo por ser creyentes o leerlo de la Biblia ya lo hemos vivido o
recibido en verdad. Porque sin vivirlo como experiencia real como lo
vivieron los discípulos del NT en Pentecostés, es falso que ya lo hemos vivido y se ha cumplido en nosotros. No podemos asumir como ya cumplido lo
que aún no hemos vivido porque caemos en la falsedad, en la presunción de algo
que no ha ocurrido y por ello podemos tomar decisiones equivocadas o dormirnos
sobre los laureles pensando que ya no necesitamos nada mas, que ya estamos salvados, y eso es falso.
Han caído en la superstición bíblica:
Y creer en ese tipo de cosas –que
por ella sola creemos en Jesús y nos salvamos, o que ya se ha cumplido en
nosotros, o que por decir algo que en ella aparezca escrito ya lo vivimos y nos
salvamos- en la práctica equivale a caer en la superstición porque equivale a creer
que la Biblia es una especie de libro mágico de conjuros al estilo de los que
aparecen en las películas de Harry Potter, que por leer o pronunciar algo escrito
en ella salen del Libro pajaritos o duendes invisibles que como por arte de
magia nos llevan a la verdad y hacen que se cumpla en ese momento en nosotros
lo que leemos.
El cristianismo no es
magia, es una experiencia concreta y práctica, debemos creer lo que nos es
predicado en la Iglesia hasta vivir el recibir el Bautismo en Espíritu de forma experimental, visible, real, no
asumir que ya lo vivimos por solo leer la Biblia o decir que somos creyentes. Eso
no tiene ningún asidero bíblico.
El que la usen o la
citen no ratifica la “sola Escritura”:
Y por el hecho de que muchas veces Jesús o los Apóstoles
citen o usen la Escritura diciendo “está escrito…”, no quiere decir que en el
NT haya “sola Escritura”, porque el término "Sola Escritura" consiste en usarla como medio exclusivo de
salvación o de crecimiento en la verdad fuera de la Iglesia Católica, sin
contar con la Iglesia que la escribió y es la autorizada para interpretarla, y es la que comunica los bienes salvíficos para que crezcamos en verdad en la fe.
Y
los discípulos del NT nunca creen por la sola Biblia porque creen por ellos,
por los Apóstoles, por la predicación de la Iglesia única que es la que les
predica y enseña la fe, para lo cual usan muchas veces la Escritura como un instrumento de la predicación, lo que es
diferente a "Sola Escritura". Nunca en el NT es separada o sacada la Escritura de la Iglesia que
la interpreta.
El que Jesús y los Apóstoles citen la Escritura solo
significa que ella se debe usar como instrumento o referencia escrita de que lo
que predicamos fue anunciado o realizado antes y lo narra la Escritura, pero de
ninguna forma eso significa que por ella sola nos salvamos o que sea legítimo
usar la sola Escritura fuera de la Iglesia Católica, porque son cosas muy diferentes.
Y finalmente, si debe interpretarse la Escritura:
Es errado también el creer que la
Biblia no debe ser interpretada porque diga “«no vayamos más allá de lo que está escrito»”, 1Cor 4,
6, porque eso sólo significa que no debemos interpretar de ella lo que no está de
acuerdo a la sana interpretación de lo escrito, no que nunca la debemos interpretar (todos los grupos lo hacen, es falso que no lo hagan).
Demuestra que si debe interpretarse el
que Jesús dijo que hablaba siempre en
parábolas -que necesitan interpretación para ser entendidas- para que muchos no
entendieran, Mt 13, 15; y que los Apóstoles muchas veces explicaron pasajes del
Antiguo Testamento, ejemplo 1Cor 10, 1-11, lo que confirma que si se debe interpretar y que
ellos como dirigentes de la Iglesia Católica son los únicos autorizados para realizar su interpretación y por eso solo ellos lo hacen en el NT.