ANALIZA DIFERENTES TEMAS GENERALMENTE POLÉMICOS DE NUESTRA FE CRISTIANA
PARA MOSTRAR SI TIENEN o NO SUSTENTO BÍBLICO.

"La pregunta principal que nos planteamos hoy es ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en los corazones de nuestros contemporáneos, a menudo cerrados, y en sus mentes, a veces distraídas por tantos destellos de la sociedad?"... ..."La primera respuesta es que nosotros podemos hablar de Dios porque Dios ha hablado con nosotros. La primera condición del hablar de Dios es, por lo tanto, la escucha de lo que ha dicho el mismo Dios."
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AAA ¿Cuál es el Bautismo en agua y cuál en Espíritu? ¿Quienes hacen uno y quiénes otro?

Muchos confunden el Bautismo en su totalidad con el Rito bautismal, que es sólo una parte de él. Y muchos confunden el Rito bautismal con el "bautismo con agua" del que hablaba Juan El Bautista. Y muchos se atribuyen tener la propiedad de "bautizar en Espíritu" como sólo lo hace Jesús. Veamos quienes tienen razón y qué significa cada término bíblicamente.

De hecho, todos aceptan que la Fe cristiana que aparece en la Biblia estableció un Rito bautismal, el que comenzó a ejercer Juan como dicen los evangelios ((Mc 1, 4-5, Lc 3,3). Y "para que se cumpla toda justicia" fue el que recibió Jesús en el Jordán, lo que quiere decir que toda la justicia divina solo se puede cumplir algún día en nosotros a través del Bautismo.

Pero Juan dijo que él sólo bautizaba con agua. Sinembargo, al bautizar a Jesús sucedió que recibió la manifestación e interiorización del Espíritu en El. Eso nos indica que Jesús era guiado por el Espíritu y quería hacerlo visible que por ello era Jesús, era Hijo de Dios, pues es en ese momento en que la voz dice que "este es mi Hijo amado, escuchadle".

Pero también nos indica que Juan se refería a otra "parte" del bautismo más allá de la que vivió Jesús en el rito.

Miremos como se dieron las manifestaciones del Espíritu en la Biblia que indican que sus beneficiarios fueron bautizados en Espíritu.

Ya vimos que Jesús tenía el Espíritu Santo desde su Bautismo (Lc 3, 22). El eligió a doce apóstoles a quienes les predicó en reuniones de varias formas:

1. Les hizo lecturas del Antiguo Testamento que hablaban de El (Lc. 4, 21- 30), y les enseñó su vida, el Evangelio vivo, la Buena Nueva, durante más de 3 años (Evangelios).

2. Les enseñaba lo que la Palabra escrita (del Antiguo pues el Nuevo Testamento escrito no existía aún)(Mateo 5, 27-32) y los actos y milagros de su vida (el Evangelio) significaban a la luz de la Nueva Alianza, diciéndoles que llegarían "a la verdad completa" cuando recibieran el Espíritu Santo (Jn 16, 13).

3. Les enseñó a orar y oró con ellos (Mt 6, 9). Y cantó y citó salmos (Mt 26, 30).

4. Les instituyó la Eucaristía ("este es mi cuerpo...", "esta es mi sangre...", Mt 26, 26-29) y otros Sacramentos como el Bautismo (Mc 1, 4-5, Lc 3,3), el del Orden ("haced esto en conmemoración mía", Lc 22, 19), el de la Penitencia ("a quienes perdonéis sus pecados les quedarán perdonados...", Juan 20:19ss), la Unción de los enfermos ("¿Hay alguno enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor", St 5, 14), el Matrimonio indisoluble ("De manera que ya no son dos sino uno sólo. Pues bien, lo que Dios ha unido no lo separe el hombre", Mt 19, 5-6) y la Confirmación (éstos bajaron y oraron por ellos para que recibieran al Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían al Espíritu Santo”, Hch 8, 15-17;19, 5-6).

Los apóstoles, que vivieron y recibieron todo ésto, después de la muerte y resurrección de Jesús quedaron "bautizados en Espíritu" el día de Pentecostés. Recibieron la manifestación visible del mismo Espíritu que Jesús había recibido en su Bautismo. Ello quiere decir que Jesús había resucitado en ellos, como lo reconoció Pablo: "No soy yo quien vive. Es Cristo quien vive en mí" (Gal 2, 20).

Y ¿qué hicieron los apóstoles, quienes ya tenían el mismo Espíritu de Jesús, que ya eran "otro Cristo", con sus discípulos?

Si nos remitimos a la descripción que la Biblia hace de las primeras comunidades cristianas en Hechos de los Apóstoles 2, 42 veremos que era el mismo esquema de evangelización de Jesús:

1 y 2. "Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles", lo que ellos mismos confirmaron en otros escritos posteriores (6,4). Se reunían para que les explicaran las lecturas que les hacían del Antiguo Testamento en lo que querían decir acerca de Jesús, leían las cartas que los apóstoles les enviaban (2Tes 2,15), y relataban los hechos de Jesús de los que fueron testigos (1 Tes 2,13), con la explicación que hacían de los mismos (homilía).

3. También en esas reuniones o asambleas de fieles se dedicaban "a las oraciones" (Hch 6, 4).

4. Y a "la fracción del pan", el Sacramento principal que había instituído Jesús, de lo que habló Pablo después acerca de que esa tradición la había transmitido a los discípulos de su Iglesia y celebrado con ellos: "Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»" (1 Cor 11,23-24). Los demás, desde el bautismo, los practicaban también como lo dicen varios textos y lo citamos arriba.

Y ¿que sucedió con los discípulos de los apóstoles? recibieron la manifestación del Espíritu Santo, fueron bautizados también en Espíritu, de lo que dan testimonio muchos párrafos (Hch 10, 44-48; 19, 1-7, etc.). Y si los apóstoles recibieron el mismo Espíritu de Jesús y ya no estando él pues había ascendido al cielo se lo transmitieron a sus discípulos (hicieron con sus discípulos lo mismo que Jesús hizo con ellos), es porque se convirtieron en "otro Cristo" para sus discípulos.

Y si miramos éste esquema de evangelización en detalle ¿no estamos viendo acaso la misma Eucaristía de hoy, en donde con el sacerdote hacemos oraciones de comienzo a fin, recibimos unas lecturas del Antiguo Testamento relacionadas con las lecturas del Nuevo Testamento y los hechos de los evangelios de la vida de Jesús? La única diferencia en éste aspecto es que hoy ya tenemos Nuevo Testamento y podemos leerlo, lo que entonces no se hacía ¿Y no recibimos la "enseñanza de los apóstoles" en la homilía? ¿Y no recibimos y compartimos el pan con el Cuerpo y la Sangre de Cristo?
¿Y no hacemos la colecta para compartir nuestros bienes?

Toda la vida de Jesús y sus discípulos como aparece en el Nuevo Testamento no es sino una inmensa Eucaristía de cerca de 50 o más años desde el Bautismo de Jesús hasta el Apocalipsis de Juan, sólo que dispersa en muchos sitios y momentos diferentes, donde se nos muestra quienes la pueden ofrecer con la misma autoridad de Cristo hoy y todos los efectos que ella produce en los discípulos de esa única Iglesia.

Ello quiere decir que sólo Jesus, como lo dijo Juan, bautiza en Espíritu con su predicación, pero lo hace desde Pentecostés hasta hoy a traves de quienes tienen esa manifestación del Espíritu Santo en su unica Iglesia, a través de quienes lo reciben por su manifestación visible. Y lo hacen con las lecturas, la predicación o las enseñanzas, los sacramentos y las oraciones. El Rito o Sacramento del Bautismo es uno solo con los actos y palabras de quienes bautizan en Espíritu hoy, la Iglesia. En últimas el bautismo en Espíritu no es mas que toda la vida cristiana que experimentamos en la Iglesia, en donde Jesús mismo nos bautiza a través de la predicación de sus miembros, la que incluye los sacramentos.

El Rito del Bautismo siembra la semilla del Espíritu en el alma del cristiano. Los sacramentos, las oraciones, las lecturas y la predicacion son el Bautismo en Espíritu, el riego y el abono que hace crecer la Fe y dar fruto a esa semilla con la manifestacion real del Espiritu en nuestra vida. Si sembramos, regamos y abonamos una planta, veremos su fruto salir en ella. Solo cuando vemos al Espiritu Santo manifestarse visiblemente a nosotros vemos que la planta de nuestra Fe ha dado su fruto.

Y ya hemos dicho que Jesús, los apóstoles y los discípulos conforman una misma Iglesia pues ninguna conversión (manifestacion del Espiritu Santo) o fundación de Iglesia local se dió por fuera de ellos. Por fuera de esa única Iglesia apostólica no es posible bautizar en Espíritu.

Y quise mostrar el esquema de evangelización usado después de la fundación de cada Iglesia local para mostrar la actual Eucaristía. Es otra muestra o ejemplo de que la Iglesia que hoy tiene más de 2000 años es la misma apostólica.


EL BAUTISMO CON AGUA:

¿Qué es entonces el bautismo con agua? El bautismo sin frutos que con su predicación hacen quienes no se han convertido (no han recibido la manifestación visible del Espíritu Santo) por estar fuera de la única Iglesia de Cristo, la Iglesia Católica. Estos son los que están bajo la ley de sus propios impulsos y por eso sólo pueden buscar y seguir a Jesús por la Palabra escrita, donde no se encuentra. Por elo, si te encuentras en cualquiera de las cerca de 30.000 denominaciones que se hacen llamar cristianas estás siendo bautizado(a) en agua, lo que no te conduce al encuentro personal con el Señor.

Ello lo muestra la misma persona de Juan Bautista, quien se presentó como el prototipo de los que bautizan en agua. Es el último profeta del Antiguo Testamento y es quien anuncia la Nueva Alianza pero aún no la vive en plenitud, o sea que representa a quienes en los últimos tiempos de Jesús, los que creemos en El desde su primera venida, estamos bajo la ley, no la ley mosaica solamente, sino la ley natural de nuestros propios impulsos humanos, por un lado, y quienes seguimos la ley de la Palabra escrita en general como hacían los judíos, a quienes siguen la Fe como mandamientos de la Palabra escrita, a falta de esa conversión o manifestación del Espíritu Santo que los guíe con sus mandamientos expresos de la Nueva Alianza.

Esa falta de conversión del creyente es la que hace que Juan y sus discípulos (tal vez más los discípulos que Juan) no estén seguros de cuál es el Mesías en su historia de vida, por lo que le envía emisarios a preguntarle si El es: "Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: «¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?»" (Jn 11, 2ss).

Cuando no estamos guiados expresamente por el Espíritu Santo después de su manifestación visible estamos en últimas bajo la ley digamos "natural", que es la voluntad humana, cuando seguimos nuestros propios mandamientos y leyes o lo hacemos de la Palabra escrita, por no tener los del Espíritu. Cuando seguimos al Adán (el hombre viejo) con el que todos nacemos. Ello llevó a Juan a decir que "yo tengo que disminuir para que El crezca". Se refería a nuestro yo, a lo que deseamos por medio de nuestra voluntad humana, que debe disminuir para que vaya creciendo y surgiendo Cristo y sus mandamientos en nosotros. Para que El resucite y nosotros muramos con El en la Cruz. Para que el Espíritu nos guíe. Eso sólo es posible caminando en su Iglesia.

Dijo Jesús: "habrán días -y el tiempo está cercano- en que adoraréis a Dios en Espíritu y en verdad". Esos "tiempos cercanos" iniciaron en Pentecostés y solo terminan en su Iglesia "al final de los tiempos".

Hoy muchos creyentes que creen que el Espiritu actúa siempre veladamente en el corazón y la mente de los creyentes (lo confunden con una sensación emocional o de bienestar personal). Así debe ser durante la primera etapa de nuestro caminar en la Fe si pertenecemos a su única Iglesia (en donde si puede actuar veladamente antes de su manifestación pues se recibió en el bautismo pero ello no lo puede percibir el creyente).

Pero el fruto de ese caminar en la única Iglesia de Cristo debe llegar a la manifestación real de ese Espíritu al creyente a la manera de Pentecostés, pero ya no de forma pública sino en forma personal. En Pentecostés Dios necesitaba que los judíos (y nosotros posteriormente al leer las Escrituras) vieran públicamente su manifestación para que creyeran en la autoridad de la nueva Iglesia. Por fuera de la comunidad de Jesús, como hemos visto, no puede darse esa manifestación. No hay Espíritu, no se puede ver el fruto de la Fe.

Muchos dicen que solo proclamando que Jesús es el Señor comenzamos a ser guiados y a actuar movidos por el Espíritu Santo. No es cierto. Esa profesión de Fe se debe hacer después de caminar en la Fe y reconocer que Jesús es nuestro Señor en nuestra realidad de hoy como lo hicieron los apóstoles(ver La Profesion de Fe hoy), y eso solo es posible cuando el Espíritu se nos manifiesta. Por ello no es posible sin haber sido bautizados en Espíritu con la Palabra, la enseñanza u homilía, la Eucaristía y los demás sacramentos, durante nuestro caminar en su Iglesia.

El Espíritu manifestado y guiándonos visiblemente son las arras de la salvación de la que habló el Apóstol Pablo y que nos hace estar seguros de que tendremos la vida eterna después de nuestra muerte.