ANALIZA DIFERENTES TEMAS GENERALMENTE POLÉMICOS DE NUESTRA FE CRISTIANA
PARA MOSTRAR SI TIENEN o NO SUSTENTO BÍBLICO.

"La pregunta principal que nos planteamos hoy es ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en los corazones de nuestros contemporáneos, a menudo cerrados, y en sus mentes, a veces distraídas por tantos destellos de la sociedad?"... ..."La primera respuesta es que nosotros podemos hablar de Dios porque Dios ha hablado con nosotros. La primera condición del hablar de Dios es, por lo tanto, la escucha de lo que ha dicho el mismo Dios."
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AAA Matrimonio y adopción de hijos de parejas gay ¿daña a la sociedad?


Este es uno de los temas mas controversiales de nuestro tiempo. Trataremos de tocarlo con el mayor respeto por las personas que han caído en estas conductas pero también nos tomaremos el derecho de afrontarlo sin ambages ni dobleces.
No tenemos nada en contra de las personas gay. Por el contrario, he sido y soy amigo personal de muchos que son o fueron gays activos, a los que considero buenas personas y no sólo valiosos por su aporte individual a la sociedad en tantos campos del saber y de la actividad económica, sino porque creo sinceramente que toda persona, en forma independiente de su conducta, tiene una dignidad especial que debe ser respetada y cuidada. Por ello a todos se les debe brindar una amistad recta y sincera.
No quiere decir ello que yo personalmente esté de acuerdo con la actividad homosexual, sino que aún a los homosexuales se les debe respetar y considerar su dignidad humana, lo que es diferente. Lo uno, el no estar de acuerdo con la actividad o estilo de vida gay, no es incompatible con lo otro, respetar su dignidad como personas. 

¿Qué es un derecho individual y qué es un derecho de familia?
Los gays deben reclamar derechos legítimos para sus miembros, INDIVIDUALMENTE CONSIDERADOS, como la no discriminación laboral, familiar y social, el acceso a la salud y la educación en igualdad de condiciones, etc., y en eso deben tener el apoyo de toda la sociedad, pero no deben pedir como un derecho el que una pareja gay sea reconocida como una familia, o el que puedan adoptar hijos porque esos no son derechos que pueda conceder la sociedad o el Estado a parejas del mismo sexo, pues ello está reservado sólo a parejas heterosexuales, que es un grupo de características diferentes a las parejas gay.

Me explico. No todas las personas o grupos pueden exigir los mismos derechos que a los demás les han sido concedidos si no son de iguales características y si ello va en perjuicio de gran parte de la sociedad.
Por ejemplo, un ciego no podría exigir su derecho a pilotear un avión, ni un cuadrapléjico el de ser delantero de fútbol del Real Madrid, porque estas personas individualmente consideradas ya no pertenecen, por su condición física, al mismo grupo que conforman los pilotos de avión o los jugadores de fútbol al que pretenden pertenecer, porque no tienen sus mismas características (los pilotos de avión no son ciegos ni los futbolistasdel Real madrid son parapléjicos.
Los pasajeros del avión y sus familias y las posibles víctimas de la segura catástrofe, y los dueños e hinchas del equipo verían afectados sus derechos porque no se les garantizaría una prestación del servicio eficaz al manejar el avión o al competir el equipo con otros equipos.
El interés particular de esas personas, el ciego y el parapléjico, no puede estar sobre los derechos de los demás, los pasajeros, los accionistas de la aerolínea y del equipo, y los hinchas del equipo.

Muchas personas invocan artículos de las constituciones o leyes de sus países, como sucede en Colombia, donde se afirman que "todos los ciudadanos son iguales ante la Ley", argumentando entonces que si las parejas heterosexuales se casan, las parejas gays deben y pueden hacerlo porque si no se les permite no son iguales ante la Ley.
Esa interpretación no es correcta porque el que todos los hombres son iguales ante la Ley de su país o Estado se refiere a LOS DERECHOS INDIVIDUALES DE CADA PERSONA, a que ninguna persona es menos o mas ante el Estado y que a todos se les deben salvaguardar y mantener SUS DERECHOS INDIVIDUALES, como el tener un nombre, una nacionalidad, una educación, ser protegido y cuidado por sus padres desde su concepción, a tener libertad de decisión, etc.

El matrimonio no es un derecho individual. Una persona que no ha conseguido casarse no puede exigir del Estado que le satisfaga ese "derecho" porque no es tal. El matrimonio surge como una institución o legislación que busca reglamentar la familia como la unión voluntaria entre un hombre y una mujer (así está claramente determinado en nuestra Constitución), que son complementarios fisiológica, natural, mental, sexual, emocional y sentimentalmente entre si (no son iguales, sino complementarios), con miras a la convivencia, la procreación y formación de los hijos, y a largo plazo para que la humanidad y la sociedad se perpetúe y garantice su supervivencia.

El hecho de que dos personas del mismo sexo NO TENGAN ESA COMPLEMENTAREIDAD significa que no pueden considerarse sujetos de derecho iguales al grupo heterosexual para el que se dictó esa legislación que si son complementarios. El derecho específico surge para grupos homogéneos, y se aplica a todos los miembros que tengan o adquieran las mismas características. Las parejas gays no tienen ni pueden adquirir artificialmente las mismas características de las parejas heterosexuales y por ello no las puede cobijar la misma legislación que cobija a éstas.
Sería lo mismo que cobijar el "derecho" del ciego o del parapléjico a pilotar el avión o pertenecer a la selección de fútbol, labor que hacen personas que no tienen sus limitaciones.

Por ello, el llamar o exigir matrimonio "igualitario" para las uniones de parejas gay lo mismo que a las heterosexuales es un contrasentido y un absurdo jurídico porque no tienen las mismas características como población. No son iguales. Y el derecho específico nace para grupos de las mismas características, con salvedades expresas contenidas en la ley.   

No quiere decir que no respetemos la libertad de cualquier persona adulta a relacionarse con cualquier otra también adulta si así lo acuerdan y consienten, aunque sean del mismo sexo. Lo que decimos es que el Estado no puede considerar esas uniones iguales al matrimonio heterosexual porque no son iguales. De la misma forma que no se puede considerar igual a la familia tradicional la unión grupal entre varios hombres y mujeres para vivir juntos, o un hombre con muchas mujeres, o varios hombres con una sola mujer, etc., aunque haya muchos que así lo hagan en la práctica. Ello contraría los principios fundamentales de la familia.

Otra cosa es si se les quiere reconocer derechos herenciales o de sucesión pensional a la persona sobreviviente. A mi modo de ver, ello también es dar un mensaje equivocado a la sociedad porque equivale a un reconocimiento expreso de esas uniones, y a las mismas parejas gay porque no se les permite la posibilidad de la rehabilitación* confirmándolas como legales, como autorizadas, aunque no se les conceda la misma categoría de matrimonios.  


*La homosexualidad no es una enfermedad ni es innata:
Para invocar esos supuestos derechos de gays y lesbianas se dice que la homosexualidad es innata en el hombre, que se nace gay o lesbiana.
No es así. Los homosexuales toman su estructura emocional del ambiente familiar, social, escolar, laboral, etc. (el rechazo de alguno de los padres, el no estar conformes con el sexo natural del hijo(a), el abuso sexual de alguno de ellos; el abuso sexual de vecinos u otros familiares desde temprana edad; el rechazo de los amigos del barrio o de la escuela; etc.) y ese pecado cumple el mismo proceso que cualquier otro pecado, por ejemplo el que vive el que se convierte en ladrón o adúltero o mentiroso, etc.

Aunque los estudios demuestran que alguna tendencia al homosexualismo se puede heredar de algún antepasado, ésta, la tendencia, no se puede considerar como pecado ni es homosexualismo. El pecado y el desorden emocional que lleva consigo cualquier pecado (todo pecado lo tiene, para que no se estigmatice sólo a los homosexuales considerando que sólo ellos son "desviados"), en la persona homosexual se configura cuando ésta tendencia se traduce en actos concretos homosexuales. Y como cualquier acto humano, éstos se deben en el fondo a decisiones libres de la persona. Y al practicarlo cada vez le quedará al sujeto más difícil salir del mismo. Pero no es innata, es adquirida, y todos pueden salir de ella si lo deciden y se les presta la ayuda adecuada.

Y son pecado los actos homosexuales por ser opuestos a la naturaleza humana, sea que se piense que es creada por Dios o no ("los hizo hombre y mujer" "pensó Dios que no era bueno que el hombre estuviera solo e hizo a la mujer" "el hombre se une a la mujer y son una sola carne"). Así ha sido construida la sociedad, con los valores cristianos correspondientes a la estructura emocional, física y mental de cada persona. Pero repito, no se trata sólo de que los creyentes nos opongamos a los no creyentes por llevar una vida contraria a la voluntad de Dios. No es así. Simplemente es por ser antinatural, por no ser iguales una pareja gay y una heterosexual y por ello no pueden tener los mismos derechos. 


Un camino cristiano para la sanación:
La homosexualidad como cualquier pecado es solo un camino andado en esa dirección pero se puede desandar con el arrepentimiento y la Gracia, tal como sucede con el asesinato, el robo o la infidelidad. Y Dios es misericordioso para perdonar.

Tengo amigos que fueron homosexuales y apegados a la Palabra y celebrando la Fe en la Iglesia Católica han sido reconstruidos interiormente y hoy gozan de una heterosexualidad con esposa e hijos.

Los sicólogos (y los legisladores que poca idea tienen de lo que es bueno para el hombre. Sólo la Iglesia es "experta en humanidad") dicen que el hombre debe desarrollar libremente su personalidad y no resistirse a su homosexualidad y "salir del clóset", a lo que nosotros sin más hemos creído. Debemos luchar con la Gracia de la Fe que nos dan los sacramentos y la Palabra contra el pecado que nos agobie, cualquiera que sea. Sólo Jesús "quita el pecado del mundo".
Y la Iglesia condena el pecado no al pecador, al que busca salvar aunque a algunos no les guste mas que todo por que mal interpretan su mensaje.
Se debe respetar la libre decisión de las personas que deseen permanecer en la homosexualidad, pero se debe siempre estar prestos a ayudar a quienes si padecen grandes sufrimientos por padecerla y desean salir de ella. 

Las consecuencias en la sociedad:
En el caso del matrimonio de gays y lesbianas, las familias heterosexuales se verían afectadas pues su fin natural como pareja está ligada a la concepción y crianza de los hijos, lo que no pueden hacer los gays. Aunque una persona gay no tiene discapacidad alguna con respecto a una heterosexual, una pareja gay si es inferior a una pareja heterosexual, pues ésta tiene la posibilidad de engendrar hijos, aunque algunas tengan inconvenientes para hacerlo. Ese es su fin natural (aparte de la complementariedad de las estructuras emocionales y mentales entre hombre y mujer, la que se pierde en las parejas gay).
Es decir se configura otra "familia" igual ante la ley que no tiene el mismo rango de la primera.

Y aún así, ni siquiera las familias heterosexuales tienen derecho a tener hijos. Los hijos son un don de Dios, no un derecho que se pueda exigir ante el Estado o ante Dios, lo que elimina la justificación de la adopción como "un derecho" de las parejas gay. 

Y los niños y jóvenes (hijos de esas familias heterosexuales que no desean que sus hijos sean gays) también se verían afectados pues pueden ser inducidos al homosexualismo al verse como "legal" o "normal" una unión gay en la sociedad.

El derecho al libre desarrollo de la personalidad (que también es un derecho individual, no familiar) no puede ir en contra de los derechos de los demás. Por eso no dejamos que haya ladrones o pederastas o asesinos, ni incesto. Esos pecados son diferentes pero el camino seguido para cometerlos es el mismo. El establecer una familia gay envía un mensaje equivocado, destruye la familia como eje de la sociedad y de la conservación y multiplicación de la especie y abre la puerta para miles de males mas pues cada vez se exigira más una vez conseguido lo anterior.

El demonio, que el mayor engaño que nos ha hecho es hacernos creer que no existe, ataca tanto la familia tradicional humana por que sabe que de esa forma destruye a los hijos, que serán los hombres del mañana. Si crecen mal formados y con graves problemas emocionales y mentales le harán más daño a la sociedad pues aceptarán fácilmente lo que la destruye o debilita.

En ese mismo sentido se da el problema de la adopción pues los hijos así criados tendrán múltiples problemas emocionales o deficiencias en su formación. Ello va en la misma vía de que se vea como legal o autorizado algo que daña a las familias legítimas y a sus hijos pues los induce al mismo error.

Y si naturalmente no se pueden tener hijos ¿porqué se exige el derecho a tenerlos? Como dije arriba, ni siquiera una familia heterosexual puede exigir ese derecho cuando no puede tenerlos. No puede demandar del Estado o de Dios que se los dé.
Y si a familias heterosexuales muchas veces se les niega la adopción por considerar que no ofrecen el ambiente más adecuado para un niño(a), mucho menos lo será el de una pareja gay para su normal desarrollo.

El niño(a) a ser dado en adopción tiene un derecho que también se debe proteger, el de crecer en una familia heterosexual pues el daño emocional causado a quien será discriminado y maltratado por ser hijo de 2 gays o lesbianas será grande, aparte de que será inducido aún sin proponérselo los "padres" o "madres", a replicar la misma conducta.

Y tiene derecho a crecer en una familia heterosexual pues fueron concebidos por hombre y mujer, aunque por diversas circunstancias hayan sido abandonados, y necesitan de la figura masculina y femenina para su adecuado desarrollo mental, emocional y social. En una pareja gay como modelo de padres se verían casi que forzados a ser lo mismo, lo que traería más daño aún a la sociedad.

Algunos dicen que muchos homosexuales fueron criados en familias heterosexuales y aún así fueron gays, lo que según ellos significa que ese riesgo lo corren en cualquier lado. No tienen en cuenta que los que creciendo en familias heterosexuales terminaron siendo gays lo decidieron o se vieron impulsados a ello debido a factores anómalos dentro de la familia (el rechazo de alguno de los padres, el no estar conformes con el sexo natural del hijo(a), el abuso sexual de alguno de ellos, etc.) u otros factores ajenos a la misma estructura de la familia (el abuso sexual de vecinos u otros familiares desde temprana edad; el rechazo de los amigos del barrio o de la escuela; etc.). Ya suficiente dolor tiene un niño(a) con ser abandonado y adoptado como para que tengan que crecer con dos mamás o dos papás del mismo sexo.
El que una familia heterosexual tenga problemas que puedan en determinado momento inducir a la homosexualidad a un hijo sin proponérselo, no significa que todas las familias heterosexuales lo hagan, ni que la solución sea acudir a parejas gays que los críen. Se debe atacar las causas puntuales en cada familia que eviten esa causalidad en la homosexualidad de los hijos para evitarla o corregirla. Ello no justifica la adopción de parejas gay.  

Y aunque una pareja gay tenga el propósito de que los hijos, sean naturales de alguno de ellos o sean adoptados, no se conviertan en homosexuales por simple emulación del comportamiento de sus padres, algo que naturalmente hacen los hijos, por lo que si estarán inducidos a la homosexualidad.
Los inexistentes derechos de una minoría no pueden estar sobre los de la sociedad entera y sobre los niños que tiene el derecho de crecer sanos y normales, porque cómo se les forme será lo que rpercuta en la sociedad.

Otro de los graves efectos a largo plazo de aprobar las uniones de parejas gay es el desequilibrio poblacional que entroniza en la sociedad. Al haber cada vez mas "familias" gay habrá menos hijos y la población irá envejeciendo paulatinamente. Llegará un momento que la población económicamente activa, que sostiene a los ancianos ya retirados, no podrá sostener esa carga. La producción bajará y la economía se estancará. Y eso será el comienzo de graves problemas fiscales y económicos para los países. Incluso en algunos ya se ha visto sin matrimonio gay pero si con restricciones a la generación de hijos, que la población  ha envejecido y después han tenido que cambiar sus políticas para incentivar la procreación. Los problemas que se vienen en una sociedad que cada vez mas busca sólo el propio interés de cada sector sin pensar en los de la humanidad como civilización no son pocos.


Por considerarlo de gran interés para los lectores, copio el siguiente artículo, que trata de forma muy completa el problema:

"Matrimonio" homosexual. Los niños tienen derecho a una familia y a un matrimonio normal

Las personas homosexuales deben de ser respetadas y protegidas como personas pero su estilo de vida no debe de ser propuesto a los niños como una inocua opción de vida
Autor: Instituto Valenciano de Fertilidad, Sexualidad y Relaciones Familiares | Fuente: ivaf.org

"Desde hace un tiempo los medios de opinión se esfuerzan en deslegitimar cualquier intento de oponerse por razones científicas y sociales a la ideología del homosexualismo y lo que representa; sobre todo el matrimonio y adopción por homosexuales. No son pocos los que defienden que la sociedad progresa y que tiene un compromiso con el avance social manifestado en la superación de las barreras discriminatorias contra los homosexuales.
Los defensores de estas posturas han tratado de difamar a los que defendemos el derecho de los niños a la mejor familia posible y el derecho de la sociedad a proponer el matrimonio como unión de un hombre y una mujer, diciendo que imponemos nuestras creencias religiosas a los demás y que impedimos el reconocimiento de derechos civiles para todos.

No es verdad. Estamos a favor de que las personas homosexuales registren públicamente sus amistades íntimas como uniones de hecho en el marco de la protección de la seguridad social; pero insistimos que el reconocimiento de esas uniones como matrimonio va contra el bienestar público y de forma particular contra el equilibrio y el desarrollo afectivo de nuestros hijos. Las personas homosexuales deben ser respetadas y protegidas como personas pero su estilo de vida no debe ser propuesto a los niños como una inocua opción de vida. Antes de formar tu propia opinión al respecto, considera, por favor, estas reflexiones.

1.-Los homosexuales, como todos, pueden casarse y no es discriminatorio que muchos prefieran no hacerlo. Los homosexuales pueden casarse con los mismos derechos y obligaciones que los heterosexuales. Es decir, sólo con otra persona y sólo del sexo opuesto y que tenga cierta edad y dé su consentimiento. Que un homosexual se queje de discriminación porque no le dejan casarse con alguien del mismo sexo es como si un polígamo se queja de discriminación porque no le dejan casarse con varias mujeres, o un promiscuo con varios y varias a la vez. No hay discriminación: la ley es igual para todos y la sociedad tiene un modelo de matrimonio que ha demostrado su eficacia durante siglos.

2.-Casar homosexuales es un experimento social inédito. Casar personas del mismo sexo es un experimento social que nunca antes se ha intentado. Ninguna civilización ha implantado el matrimonio homosexual. Incluso sociedades que permitían la homosexualidad y hasta la fomentaban en ciertas edades y clases sociales, como los griegos antiguos, entendían claramente el matrimonio como la unión estable entre un hombre y una mujer abiertos a tener hijos. Una cosa eran las prácticas sexuales de los ciudadanos y otra muy distinta la familia y la generación y educación de hijos. La homosexualidad ha adoptado muchas formas en distintas sociedades, pero nunca se le ha relacionado con el matrimonio. Experimentar con el modelo social es irresponsable y peligroso, sin embargo muchos defienden esa experimentación por razones ideológicas de rechazo a la familia y no por razones científicas y ni siquiera de demanda social (la inmensa mayoría de la población mundial está en contra).

3.- No existe el gen homosexual. El homosexual no nace, se hace. No se ha podido demostrar científicamente que la homosexualidad esté ligada a la herencia genética o que la tendencia a ser homosexual esté determinada desde el nacimiento. Sí que se ha demostrado y es defendido por un amplio y respetable sector científico que la prevalencia de la tendencia homosexual obedece a factores ambientales y está condicionada por la propia psicología y la educación. Cualquiera puede realizar actos homosexuales si quiere y cualquiera puede también dejar de realizarlos. Por eso la mayoría de los homosexuales puede dejar de serlo, como la terapia clínica ha demostrado.
El homosexualismo insiste en el carácter innato de la homosexualidad para defender que se trata de un hecho natural, sin embargo la ciencia nos dice que la homosexualidad es humana no porque sea genética sino porque es influenciable por el ambiente y por las propias decisiones. Un ambiente proclive a la homosexualidad aumenta el número de homosexuales en ese ambiente, mientras que en un ambiente donde la homosexualidad se tolere pero no se proponga disminuye el número de homosexuales.

4.- Para evitar abusos contra /entre homosexuales o el desamparo legal no hace falta aprobar el matrimonio homosexual. Casi todos los beneficios de un matrimonio a nivel de herencias, transmisión de bienes, propiedades compartidas, etc., pueden regularlo dos (o más) personas con acuerdos legales ante notario, independientemente de que tengan relaciones sexuales. De hecho, las pocas parejas homosexuales realmente interesadas en estos temas ya han establecido acuerdos así. El problema aquí es muchas veces otro: la inestabilidad de estas relaciones hace que muchas de las previsiones relativas al matrimonio no sean aptas para las uniones homosexuales, por esa inestabilidad. Si un homosexual varón tiene como media relaciones con 39 personas a lo largo de su vida, ¿con cuantas se casará? ¿de cuantas se divorciará? ¿cuáles de ellas tendrán esos derechos legales, puesto que con todas, o algunas, ha estado casada? Y cuando se haya hartado de casarse, ¿no tendrán las parejas de hecho posteriores esos mismos derechos?

5.- Legalizar el matrimonio homosexual establece un agravio comparativo con las personas que viven juntas sin relaciones sexuales. Dos ancianas que viven juntas, tres hermanos en una casa, cuatro amigos que comparten piso desde hace seis años, tienen una relación con afectividad, compromiso y convivencia igual a la que puedan tener dos homosexuales. Sin embargo, se ven privadas de las ventajas legales del matrimonio gay porque no practican sexo entre ellos. El matrimonio gay en realidad premia a los practicantes de cierto tipo de sexo, privilegiándoles sobre otras convivencias afectivas y estables.
Es evidente la diferencia con el matrimonio común, que premia la complementariedad hombre-mujer estable y está abierta a la generación y crianza de los hijos.

6.- Legalizar el matrimonio homosexual establece un agravio comparativo con los polígamos... y con cualquier otra combinación numérica. Al contrario que el matrimonio homosexual, que nunca ha sido aceptado por ninguna civilización, la poligamia tiene una larga tradición en numerosos países y sociedades, incluso en nuestros días. Si casamos a dos hombres, ¿con qué argumentos impediremos a nuestros ciudadanos islámicos o de origen subsahariano que no se casen con dos o más mujeres? ¿Puede un emigrante pedir por reagrupación familiar que vengan sus tres esposas? Al menos, las uniones polígamas tradicionales tienen hijos y suelen ser estables, lo cual es un bien social. ¿Con qué argumento los defensores del matrimonio gay lo impedirían? En los ambientes homosexuales lo que ya se pide es la aprobación de la poligamia bisexual. Un famoso escritor lo ejemplificaba en un número de la revista homosexualista Zero: un amigo suyo está casado con una mujer, madre de sus hijos, y la quiere; pero es homosexual, y tiene una relación con un hombre. ¿Por qué esconderlo? ¿Por qué no casarse todos entre ellos? Así, los niños tendrían dos papás, que siempre es mejor que uno. Cuando el matrimonio deja de ser lo que es (un hombre y una mujer unidos en un acto de amor que puede generar nuevas vidas), entonces puede re-definirse para ser cualquier cosa.

7.-Legalizar el matrimonio gay debilita al matrimonio heterosexual, igual que la moneda falsa debilita la moneda verdadera. Muchas personas piensan que no les afecta en nada que los homosexuales se casen. Es lo mismo que pensar: "no me afecta en nada que haya gente que haga circular falsos billetes de 100 euros, yo soy honrado y no los usaría, de hecho casi nunca veo billetes de 100 euros". Sin embargo, es evidente que la circulación de moneda falsa nos afecta a todos, porque se pierde confianza en la moneda, la gente la usa con reticencias y prefiere usar otras monedas (dólares, por ejemplo) o no comerciar o no aceptar ciertos billetes y al final la economía de todos se resiente porque todo es más costoso. Lo mismo pasa cuando se hace circular un matrimonio falso como si fuese matrimonio. En los países nórdicos, donde a las uniones se les equipara al matrimonio, la mitad de los niños nacen fuera del matrimonio. Al darle a la unión homosexual la vitola de matrimonio se da el mensaje a la sociedad de que en realidad casarse no significa nada ni se contrae ninguna responsabilidad ante los hijos. Como consecuencia la gente no se casa y su compromiso es débil. Igual que la moneda falsa crea desconfianza en el sistema económico, el matrimonio falso crea desconfianza en el compromiso inter-personal y social. Una sociedad basada en la desconfianza, la desvinculación y la falta de compromiso nunca funcionará tan bien como una basada en familias estables, comprometidas de por vida por el bienestar de los cónyuges, hijos y parientes.

8.-En realidad, pocos homosexuales se casan; el objetivo del movimiento gay es destruir el matrimonio heterosexual. Lo han reconocido muchas veces los líderes homosexuales en España y en el resto del mundo. En realidad muy pocos de ellos quieren "casarse". Pero el movimiento del homosexualismo político se vuelca en la exigencia del matrimonio para cambiar la sociedad y eliminar una institución (el matrimonio monógamo y de por vida) en la que no creen. "Luchar por el matrimonio del mismo sexo y sus beneficios y entonces, una vez garantizado, redefinir la institución del matrimonio completamente, pedir el derecho de casarse no como una forma de adherirse a los códigos morales de la sociedad sino de desbancar un mito y alterar radicalmente una institución arcaica. [...] La acción más subversiva que pueden emprender los gays y lesbianas [...] es transformar por completo la noción de familia" [Michael Signorile, activista homosexual y escritor, citado en Crisis Magazine, 8 de enero de 2004] . El activismo homosexual no quiere formar "familias como las demás". Más bien, quiere llegar a que todas las familias sean como las suyas, para lo cual la clave es desmontar "conceptos arcaicos y caducos como fidelidad, monogamia, compromiso, fecundidad, paternidad/maternidad", etc.

9.- Legalizar el matrimonio homosexual significa legalizar la entrega de niños a homosexuales. Hay gente que dice "yo veo bien que los gays se casen pero no que adopten niños". Es un error pensar que se va a legalizar el matrimonio sin la adopción: si se legaliza el matrimonio incluirá siempre la adopción. Quien apoye una cosa estará apoyando, quiera o no, la otra porque nuestro derecho permite adoptar conjuntamente a los cónyuges: una vez casados, ya son cónyuges, y podrán adoptar Aunque algunas lesbianas tienen hijos de anteriores relaciones o los han buscado (mediante inseminación artificial o con la cooperación de un hombre) la adopción se plantea para que los homosexuales que, obviamente, no tienen niños, accedan a la educación de niños que, obviamente, eran de parejas heterosexuales.
La adopción por parte de homosexuales tiene diversas desventajas para la sociedad que la permita, empezando por que la escasez de niños hace que se traigan de China, Rusia y otros países... que no van a dar niños a países donde los homosexuales adopten. Así, el deseo de una minoría ínfima va a dificultar a miles de matrimonios que quieren adoptar.
Pero el punto clave es que un niño tiene derecho a un padre y una madre, derecho conculcado si se le entrega a dos hombres o a dos mujeres. Dos personas del mismo sexo no son idóneos para la cría y educación de los niños, que carecerían de referente paterno/masculino (si son dos lesbianas) o materno/femenino (si son dos homosexuales).

10.- Legalizar el matrimonio homosexual significa poner toda la maquinaria educativa y mediática del Estado al servicio del homosexualismo político. Si el matrimonio gay es legal, se enseñará en las escuelas. Los libros de texto de los niños explicarán la doctrina que las asociaciones homosexualistas hayan indicado: que la homosexualidad es normal, que es bueno tener dos papás y dos mamás, que los niños deben experimentar con su sexualidad para descubrir qué sexo les atrae más y que las personas que se oponen a la homosexualidad (como los papás de los niños cristianos) son intolerantes. Por supuesto, cada serie de televisión tendrá su pareja de homosexuales o lesbianas con niños, conviviendo felices para ejemplo y edificación de tantos matrimonios con problemas. De hecho, hay en España centros de scouts y de ocio infantil que activamente difunden ya esta ideología.

11.- Legalizar el matrimonio homosexual implicará a medio plazo multas y penas de cárcel para quien critique la actividad homosexual. En Suecia, donde hay uniones gay desde 1995 con adopción de niños desde 2002, se decretó pena de cárcel para un pastor luterano que se limitaba a predicar las palabras de San Pablo sobre la homosexualidad. Otro país donde criticar la homosexualidad ha significado multas y juicios es Canadá. El grado de respetabilidad de la relación gay (no ya de la persona, que obviamente es merecedora de respeto simplemente por ser persona) será extremo y su crítica punible. La libertad de expresión se verá recortada y probablemente también la libertad religiosa. Muchos de nuestros obispos y líderes cristianos acabarán en la cárcel.

12.- La legalización del matrimonio homosexual provocará un descenso de la calidad de vida. Los homosexuales tienen menor esperanza de vida y son más propensos a sufrir conflictos psicológicos y a manifestar tendencias suicidas. Muchos homosexuales viven la homosexualidad como sufrimiento. Las mismas publicaciones gays muestran el alto índice de incidencia de desórdenes afectivos y de patologías conductuales entre el colectivo homosexual. El sida, con ser uno de los factores más importantes, no es, desde el punto de vista de la salud, el que más incide en la disminución de la esperanza de vida gay. La homosexualidad va generalmente acompañada de adicciones no saludables y de trastornos como ansias neuróticas y, en la edad más adulta, de soledad. La propuesta generalizada de la homosexualidad como opción de vida saludable originaría un incremento de los gastos sanitarios para toda la sociedad

13.- Legalizando el matrimonio homosexual, España ensanchará su abismo con otras civilizaciones y la propia cultura occidental. Casar homosexuales y devaluar la familia no va a ayudar nada al diálogo Oriente-Occidente ni a mostrar las bondades de la democracia. Llamar "derechos humanos" al matrimonio homosexual va a servir para erosionar los verdaderos derechos humanos, para que el mundo no Occidental vea que Occidente impone una moral (o una inmoralidad, desde su punto de vista) no basada en la naturaleza común del ser humano sino en el individualismo, el materialismo y el hedonismo. Millones de musulmanes y de chinos (y la autoridad moral de Occidente) van a ser perjudicados por esta piedra en el camino de extender una auténtica democracia y derechos humanos para todos. Hay pues razones prácticas de convivencia internacional para que una sociedad responsable diga "no" al matrimonio entre homosexuales desde el respeto a estas personas.

Ninguno de nuestros argumentos ha sido de índole religiosa. Permitir el matrimonio homosexual y la adopción de niños por homosexuales es atentar contra las familias y supone un grave daño a los niños y a la sociedad entera."