ANALIZA DIFERENTES TEMAS GENERALMENTE POLÉMICOS DE NUESTRA FE CRISTIANA
PARA MOSTRAR SI TIENEN o NO SUSTENTO BÍBLICO.

"La pregunta principal que nos planteamos hoy es ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en los corazones de nuestros contemporáneos, a menudo cerrados, y en sus mentes, a veces distraídas por tantos destellos de la sociedad?"... ..."La primera respuesta es que nosotros podemos hablar de Dios porque Dios ha hablado con nosotros. La primera condición del hablar de Dios es, por lo tanto, la escucha de lo que ha dicho el mismo Dios."
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AAA ¿Quién escribió la Biblia? ¿Sola Escritura? "Toda EScritura es inspirada por Dios y útil para arguir, corregir...", 2Tim 3, 16


la mejor Biblia de estudio en el mercado.
Para establecer quién escribió la Biblia es necesario hacer un poco de historia y situarla en el tiempo.

Jesús comienza su misión alrededor del año 28 de nuestra era, a una edad aproximada de 33 años, pues hay una diferencia de al menos 5 años con el inicio real de nuestra era cristiana, ya que el nacimiento de Jesús de Nazaret ocurrió necesariamente antes del 4 a. C. que fue el año de la muerte de Herodes el Grande, época en que ya había nacido y huido a Egipto con su familia para evitar que cayera en la matanza de los inocentes ordenada por él.
La diferencia en parte parece deberse a que al pasar al calendario actual el dato que suministra Lucas de su Bautismo e inicio de su misión, al decir que tenía "unos treinta años", dato que era solo una aproximación, se tomó como exacto. En ese momento debía tener 33, por las razones anotadas. De todas formas, hoy es aceptado generalmente que comenzó su predicación en el año 30 y murió a los 33.

Pero el tema de este artículo no es el de la diferencia en el calendario ni la edad de Jesús, sino lo que hizo.

Es bautizado y elige a los Doce Apóstoles y después de predicarles y enseñarles su doctrina y dejarles unos ritos para que ellos los siguieran celebrando, principalmente la Eucaristía, les envía cerca de tres años después el Espíritu Santo, con lo que da inicio a la misión de la única Iglesia que había formado antes con ellos. Esto debió suceder en la fiesta de Pentecostés judía del año 31, pero es aceptado generalmente que sucediera en el 33.

Aún sin terminar este episodio, los Doce Apóstoles unidos ahora sobrenaturalmente por un mismo Espíritu, el de Jesús, comienzan con el discurso de Pedro (Hch 2, 41ss) la misión de evangelizar que les dio Jesús después de su resurrección y antes de su Ascención: "Id y anunciad el Evangelio a todas las naciones, el que crea y sea bautizado se salvará, el que no crea se condenará", Jn 10, 16.

Ese día se suman a la comunidad o Iglesia cerca de tres mil almas, las que se comienzan a reunir asiduamente para recibir la enseñanza de los Apóstoles (explicación de los actos y palabras de Jesús), las oraciones, la vida común (colecta para los pobres) y la Fracción del Pan (la Eucaristía)(Hch 2, 41-47).

Como vemos, desde la primera comunidad había que integrarse a la única Comunidad o Iglesia Apostólica, la que se reunía asiduamente para celebrar la Eucaristía, en la que estaban integrados todos los servicios antes dichos, por lo que esa única Iglesia creció siendo única y unida por la Eucaristía.
"Y el Señor agregaba a la comunidad a los que se habían de salvar", lo que es clara indicación de que es necesario pertenecer a la misma Comunidad o Iglesia Apostólica para obtener la salvación.
Y fueron los mismos Apóstoles o algunos de sus discípulos cercanos que dependían de ellos los que fundaron todas las iglesias locales que aparecen en el Nuevo Testamento, y difundieron la Fe en las demás ciudades que aparecen en la Biblia (Jerusalén, Corinto, Tesalónica, Éfeso, Colosa, Antioquía, etc.).

Algunos hacen creer que la misión apostólica fue desordenada y sin unidad, en donde cada Apóstol o cada discípulo actuaba en forma independiente de los demás y que por eso en la Biblia no aparecería una sola Iglesia creciendo en unidad ya que según ellos ni siquiera se formó una Iglesia, sino que hubo predicaciones separadas e independientes unas de otras para salvar almas en forma personal, las que no se incorporaban a ninguna Iglesia, lo que no es cierto. Sinembargo, a pesar de que dicen que no existe Iglesia, ellos si forman congregaciones o comunidades, iglesias, para hacer sus cultos, lo que es una incoherencia con lo que predican.

Y una de las pruebas de que la Iglesia del Nuevo Testamento es una radica en que en prácticamente todas las Cartas se hace referencia a las Iglesias de una o de varias ciudades o regiones cercanas. Ello dice claramente que, como la primera comunidad (Hebreos), se reunían, se sumaban a la Comunidad, se constituían cada una como Iglesia local, y todas celebraban la Eucaristía, de lo que habla claramente Pablo en algunas de sus cartas, por ejemplo 1Cor 11, 23ss, y ninguna era ajena a la acción dirigente de los apóstoles, por lo que al mismo tiempo pertenecían a la misma Iglesia Universal que los Apóstoles dirigían. Por ello por ejemplo Pablo les escribe a todas. Los demás les escriben a parte de ellas, lo que demuestra que todas eran apostólicas. No había cristianos fuera de su universal Iglesia.

Pasa el tiempo y como parte de esa misión de enseñar la Fe y resolver los problemas puntuales de la Iglesia de cada ciudad, los Apóstoles y los demás escritores bíblicos del Nuevo Testamento comienzan a escribir a esas iglesias o a sus dirigentes las Cartas que hoy hacen parte de la Biblia.
Con ese fin Pablo escribe la primera Carta cerca del año 50, casi 30 años después de haber sido iniciada la evangelización y la formación de la Iglesia en Pentecostés, y cuando ya la Iglesia estaba estructurada y difundida en muchas ciudades y regiones de Medio Oriente, Europa y Asia, que es por lo que comienzan a escribir ante la imposibilidad de visitarlas a todas mas seguido, en tiempos en que no existía ni el avión ni el tren ni el automóvil.

Es posible seguramente que hayan escrito mas cartas además de las que la Bibla registra, pero quizás se hayan extraviado y por ello solo tenemos las que allí aparecen como referencia.

Ello demuestra varias cosas:

1. Que lo que hoy es considerado como el Nuevo Testamento de la Biblia es escrito por los miembros de la única Iglesia Apostólica, que es lo mismo que decir que su autor es la Iglesia que Jesús formó en Pedro y los demás Apóstoles hace 2000 años, la Iglesia Católica.

2. Que los escritores reflejan en sus escritos la Fe que viven, la que interpretan de acuerdo a la experiencia personal de escuchar a Jesús, y de la manifestación visible del Espíritu Santo que recibieron en Pentecostés, o mas adelante, según el caso, el que les ilumina para darles el correcto significado de los actos y palabras de Jesús de que fueron testigos directos o indirectos. Sin esta experiencia previa no es posible interpretar correctamente lo revelado por Jesús o los Apóstoles.

3. Que su contenido no se pensó para escribir elaborados tratados de teología sino para resolver asuntos puntuales de la Fe de los miembros de esas iglesias locales que dirigían; y para ENSEÑARLES, para hacer exégesis o aclarar aspectos de la Fe que recibieron de Jesús o de los Apóstoles, en cada caso, de acuerdo a los errores que iban detectando en la Fe de sus discípulos o al impulso que debían darles para crecer en su Fe.

4. Que lo que los mismos escritores bíblicos hacen al escribir y enviar A SUS DISCÍPULOS, A LOS MIEMBROS DE SU MISMA IGLESIA, las Cartas y Evangelios que hoy hacen parte de la Biblia, es interpretar(inferir) los hechos y palabras de Jesús, de acuerdo con su experiencia concreta de encuentro con Dios y a la iluminación que el Espíritu les dio para que llegaran a esa verdad completa, Jn 17, 21, para explicarlos o enseñarlos a los miembros de su misma Iglesia, que es por lo que se escriben las Cartas y Evangelios que hoy forman parte de la Biblia. No se puede desconocer esta experiencia al momento de interpretar la Biblia.

5. No es que por la Biblia nació la Iglesia (como lo asumen los grupos evangélicos y por eso todo el mundo funda una congregación tan pronto medio conoce la Escritura), sino que la Biblia nació de las experiencias de conversión de la Iglesia única formada hace 2000 años por Cristo y de su acción misionera para cumplir el mandato de Cristo de evangelizar a todos los pueblos (Mc 16, 15-16).

LA BIBLIA FUE ESCRITA POR LA IGLESIA CATÓLICA, pues todo el Nuevo Testamento fue escrito por los Apóstoles y sus discípulos para enseñarles la Fe que habían recibido de Jesús, para explicarles los actos y palabras de Jesús, A LOS MIEMBROS y DISCÍPULOS DE SU MISMA IGLESIA que caminaban en Jerusalén, Corinto, Efeso, Galacia, ROMA, etc, etc.

LA BIBLIA ES HIJA DE LA IGLESIA, y NO AL REVÉS. NO ES LA IGLESIA HIJA DE LA BIBLIA PUES NO SUCEDIÓ QUE ALGUIEN ENCONTRÓ LOS ESCRITOS BÍBLICOS y DECIDIÓ FUNDAR UNA IGLESIA. SUCEDIÓ QUE JESÚS VINO, ESCOGIÓ UNOS DISCÍPULOS y ELLOS ESCRIBIERON LA BIBLIA DE ACUERDO A LAS ENSEÑANZAS y AL ESPÍRITU QUE RECIBIERON DE JESÚS.

JESUS y LOS APÓSTOLES FUNDARON LA IGLESIA PARA DESPUÉS LOS APÓSTOLES y SUS DISCÍPULOS ESCRIBIR LA BIBLIA POR LA EXPERIENCIA QUE VIVÍAN. LOS EVANGÉLICOS Y DEMÁS PROTESTANTES USAN LA BIBLIA PARA FORMAR CONGREGACIONES y enseñarla, sin antes tener la experiencia apostólica, la que por fuera de la única iglesia no se puede experimentar.

LA IGLESIA ES PALABRA DE DIOS, PERO COMO TODA PALABRA SUYA, LA BIBLIA ES UN INSTRUMENTO DE SALVACIÓN SOLO EN LAS MANOS DE LA IGLESIA QUE LA ESCRIBIÓ y QUE LLEVA LA PALABRA VIVA EN SU INTERIOR.

LA BIBLIA ES HIJA, ES UNA CRIATURA DE LA IGLESIA, LA QUE APARECE EN ELLA SALVANDO A LOS HOMBRES, ESCRITURA QUE NO EXISTÍA EN LA ÉPOCA APOSTÓLICA, LO QUE DEMUESTRA QUE POR SI SOLA NO PUEDE SALVAR y MENOS PARA RECHAZAR LA FE DE LA IGLESIA QUE LA ESCRIBIÓ, EN LA QUE TUVO SU ORIGEN.

LA BIBLIA COMO PARTE DE LA TRADICIÓN APOSTÓLICA DE LA IGLESIA
LOS PRIMEROS MIEMBROS DE LA ÚNICA IGLESIA APOSTÓLICA ENSEÑABAN ORALMENTE o POR CARTA. POR ESO ESCRIBIERON A SUS MISMOS DISCÍPULOS, A LOS MIEMBROS DE SU MISMA IGLESIA, LAS CARTAS QUE HOY HACEN PARTE DE LA BIBLIA, PARA ENSEÑARLES LOS ACTOS y PALABRAS DE JESÚS, EL EVANGELIO VIVO.
ELLOS ESTABAN EN ESE MOMENTO VIVOS y LES ESCRIBÍAN A SUS DISCÍPULOS VIVOS. Y HABÍAN RECIBIDO LA MANIFESTACIÓN VISIBLE DEL ESPÍRITU SANTO QUE HACÍA QUE LO QUE ESCRIBIERAN o HABLARAN FUERA PALABRA DE DIOS.

DE LA MISMA MANERA LA CARTA ENCÍCLICA "RERUM NOVARUM", FUE ESCRITA POR EL PAPA LEÓN XIII EN 1891, CUANDO ESTABA VIVO y DESPUÉS DE RECIBIR LA MANIFESTACIÓN VISIBLE DEL ESPÍRITU SEMEJANTE A LA QUE VIVIERON LOS APÓSTOLES PERO PERSONAL, PARA HABLAR A LOS DISCÍPULOS DE SU TIEMPO QUE ESTABAN VIVOS. DE LA MISMA FORMA QUE LOS APÓSTOLES EN SU TIEMPO, CUMPLIÓ CON SU MISIÓN DE EVANGELIZAR A LOS DISCÍPULOS DE SU ÉPOCA.

DE LA MISMA MANERA, LO HIZO EL PAPA JUAN PABLO II DURANTE SU PAPADO, Y LO HA HECHO BENEDICTO XVI DURANTE EL SUYO, ESCRIBIERON CARTAS ENCÍCLICAS A SUS DISCÍPULOS VIVOS DE HOY, DESPUÉS DE RECIBIR LA MANIFESTACIÓN VISIBLE DEL ESPÍRITU SANTO QUE SE LA INSPIRÓ.

HOY EL PAPA y LOS OBISPOS y LOS SACERDOTES y LOS FIELES QUE YA VIVEN LA MANIFESTACIÓN VISIBLE DEL ESPÍRITU ENSEÑAN CUALQUIER COSA DEL PASADO QUE SE HAYA ESCRITO EN LA IGLESIA BAJO LA INSPIRACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO, SEA LA BIBLIA y LAS OTRAS CARTAS POSTERIORES, PARA ENSEÑAR HOY LA FE A LOS DISCÍPULOS DE ESTE TIEMPO.

ELLOS CITAN EN SU PREDICACIÓN DE HOY, QUE ES LA QUE YO DEBO ESCUCHAR PARA SALVARME, LOS TEXTOS DE LA ESCRITURA o DE LAS CARTAS ENCÍCLICAS ANTERIORES o LO QUE ADICIONALMENTE LES INSPIRE EL AMADO ESPÍRITU QUE NOS HA SIDO DADO, PARA ENSEÑAR y SALVAR A SUS DISCÍPULOS DE HOY.

ESO QUIERE DECIR QUE SI LEEMOS LAS CARTAS BÍBLICAS DE HACE 20 SIGLOS, PERO SOLO o FUERA DE LA IGLESIA, SIN QUE TE LA PROCLAME y ENSEÑE QUIEN TIENE LA MISMA MANIFESTACIÓN DEL ESPÍRITU HOY y ESTÁ ANTE NOSOTROS, LA IGLESIA DE HOY, EL PAPA y LOS OBISPOS o SACERDOTES DE HOY, NO TIENE EL MISMO EFECTO SALVÍFICO QUE TUVIERON EN SU TIEMPO CUANDO FUERON ESCRITAS.

TODAS SON INSPIRADAS. SOLO QUE LA BIBLIA, POR SER EL TESTIMONIO DE LOS 4 EVANGELISTAS EL MÁS PRÓXIMO A JESÚS, EL QUE NARRA SU VIDA, SUS ACTOS y PALABRAS, o LOS ENSEÑA, POR PARTE DE QUIENES FUERON TESTIGOS DE ESOS ACTOS (Juan, Marcos, Mateo, Pedro, Judas), o DE SUS SUCESORES INMEDIATOS (Lucas, Pablo) DEBE SER USADO MUCHO MAS QUE TODOS LOS DEMÁS.

POR ELLO, AUNQUE POR FUERA DE LA IGLESIA SE USE y ENSEÑE LA BIBLIA, NO PUEDEN CON ELLA MAS QUE ENSEÑAR ACADÉMICAMENTE, PERO CON ERRORES, POR QUE NUNCA FUERA DE ELLA VIVEN LA MANIFESTACIÓN VISIBLE DEL ESPÍRITU QUE SOLO SE VIVE EN LA IGLESIA, QUE ES EL QUE DA LA VERDAD SIN ERROR PARA QUE SEA PROCLAMADA A LOS DISCÍPULOS DE SU TIEMPO y CON EL PODER DE TRANSFORMARNOS EN OTROS CRISTOS, DE LLEVARNOS A LA SALVACIÓN.


La confusión de los que dicen que solo la Biblia es necesaria para salvarnos

Hay también quienes dicen que porque las profecías de la Biblia se han cumplido eso querría decir y demostraría que es de origen divino y que ella por si sola salva a los que la leen.

Lo primero nadie lo niega. Pero una cosa es que la Biblia sea de inspiración divina siendo también obra humana, y otra cosa es que la Biblia ella sola sirva para salvarnos.

La Biblia es un recuento de las profecías, pero la Biblia no fue la que dijo las profecías. Las profecías que ella contiene las dijeron una personas reales enviadas por Dios.

Esas personas que profetizan en el AT pertenecían al pueblo elegido que era el judío. En el fueron elegidos y enviados como profetas de Dios.

Y algunos de ellos escribieron muy posteriormente lo que hicieron los profetas.

Las personas que hacen las profecías en el NT son Jesús, los apóstoles y sus discípulos, todos miembros de la Iglesia única del NT.

En ella fue que fueron elegidos y enviados, y en ella recibieron el Espíritu Santo que los convirtió en profetas.

Pero posteriormente algunos de ellos o sus discípulos escribieron lo que hicieron y dijeron.

Entonces una cosa son los profetas que son los que profetizan a nombre de Dios y otra cosa es el recuento escrito y muy posterior de esos mismos profetas o de otras personas que escribieron lo que narra sus actos y palabras.

Eso quiere decir que si las cosas que dice la Biblia se confirman por medio de cualquier área de la Ciencia no es porque la Biblia lo haya dicho o en ella y se pueda leer hoy, sino porque lo dijeron unos profetas enviados de Dios mucho antes de escribirse en lo que hoy conocemos como la Biblia.

El cumplimiento de las profecías bíblicas no confirma que por eso la Biblia tiene autoridad, sino que confirma la autoridad y legitimidad de los profetas que las dijeron mucho antes de escribirse la Biblia.

Para decirlo de otra forma, Dios no escribió o inspiró la Biblia para comunicar su Palabra, sino para que quedara un recuento o reseña escrita de lo que sus profetas y su Hijo dijeron personalmente para transmitir la Palabra de Dios.

Los profetas enviados de Dios son los que anuncian en su predicación la Palabra de Dios, la profecía, y con ella salvan al que cree y por eso el fiel se convierte, Dios lo salva.

La Biblia solo registra posteriormente por escrito lo que dijeron e hicieron los profetas antiguos, y el Nuevo Testamento lo que hicieron y dijeron Jesús y los apóstoles, para salvar a las personas de su respectivo tiempo. Pero a esas personas las salvaron las personas de su tiempo, no la Biblia.
Por ejemplo, Jesús salvó a los apóstoles sin que el Libro en el que aparecen escritos los actos y palabras de Jesús existiera. Eso quiere decir que no se salvaron por la Biblia, sino por la Palabra viva de Jesús.

Entonces lo que nos da la salvación siempre es la persona de Jesús, no lo que se ha escrito de El. Porque es en El que se han cumplido todas las profecías de los profetas, no en la Biblia. Por eso el que salva es El, no lo que de El se ha escrito.

y El dijo a su Iglesia que para escucharlo y recibirlo a El debíamos escuchar y recibir a su Iglesia (Lc 10, 13-16). El mismo dijo que para escucharlo y recibirlo debemos escuchar a los dirigentes de su Iglesia, no a la Biblia como tal porque la Biblia no fue la que dijo las profecías, ni nunca salvó a nadie.

La Iglesia a la que hace dos mil años le dio su mismo poder y la envió al mundo entero a continuar su misión (Mc 16, 15-16), es la que nos lleva a Jesús para ser salvados por El. La que como Juan el Bautista nos prepara para la venida del Señor a nuestras vidas.

Los hermanos evangélicos lo que hacen en su fe es que han reemplazado a la persona de Jesús y a su Iglesia por la Biblia, por un Libro, lo que es un gran error, porque la Biblia aunque es inspirada por el Espíritu Santo, sola y fuera de la Iglesia no conduce a la salvación a nadie porque la Palabra de Dios es una persona, el Hijo de Dios, no un Libro.

El Libro es solo el recuento escrito, el testimonio escrito de lo que habló Dios en el pasado por boca de los santos profetas y por su Hijo, pero los santos profetas de hoy y el Hijo están en la Iglesia para ser salvados a través de ellos.

Por ello es cierto que Jesús criticó a los fariseos por buscar la vida eterna en las Escrituras (Jn 5, 39), porque ellas dan testimonio escrito de Jesús pero en ellas no está la vida eterna. Porque hay que ir a la persona de Jesús para tener la vida eterna, no a las Escrituras. Es Jesús hoy en su Iglesia el que le da valor salvífico a las Escrituras.

"Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. EL QUE VENGA A MI, NO TENDRÁ HAMBRE, y EL QUE CREA EN MI NO TENDRÁ NUNCA SED". Jesús pide ir a El, no a las Escrituras para salvarse. Y a El vamos en su Iglesia.

Por las Escrituras podremos conocer que Dios lo había anunciado antes de venir, podremos conocer la vida de Jesús, conocer el testimonio de quienes lo conocieron, podremos conocer de que forma lo siguieron y se salvaron los que aparecen en ella, para que por ese testimonio escrito creamos que El es el Mesías, y para que creyendo a ese testimonio lo sigamos donde los discípulos que aparecen en ella lo siguieron, en su Iglesia, la que formó hace dos mil años, para que de la forma que estableció Jesús creamos y recibamos la vida eterna.

Eso es lo que dijo Juan: "Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.", (20, 30-31).

Aunque aquí Juan está hablando solo de su Libro, de su Evangelio, porque cada Libro fue escrito separadamente de los demás libros de la Biblia, por lo que sería absurdo que solo por el Evangelio de Juan se creyera en Jesús y se descarten los demás, por eso podemos saber que Juan no está hablando de que por las Escrituras nos salvamos.

Podemos creer que Jesús es el Mesías por las Escrituras, pero nos salvamos al seguirlo y creer en la Iglesia, que es donde lo siguieron los discípulos que aparecen siguiendo a Jesús en las Escrituras.