ANALIZA DIFERENTES TEMAS GENERALMENTE POLÉMICOS DE NUESTRA FE CRISTIANA
PARA MOSTRAR SI TIENEN o NO SUSTENTO BÍBLICO.

"La pregunta principal que nos planteamos hoy es ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en los corazones de nuestros contemporáneos, a menudo cerrados, y en sus mentes, a veces distraídas por tantos destellos de la sociedad?"... ..."La primera respuesta es que nosotros podemos hablar de Dios porque Dios ha hablado con nosotros. La primera condición del hablar de Dios es, por lo tanto, la escucha de lo que ha dicho el mismo Dios."
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AAA Los signos por los cuales puedo reconocer a la verdadera Iglesia de Cristo


Es indudable que en el mundo de hoy, en donde existen más de 30.000 confesiones cristianas diferentes con interpretaciones bíblicas que en la mayoría de casos difieren mucho de una a otra, es difícil reconocer desde el exterior cual Iglesia es la que representa al verdadero cristianismo, el que el mismo Jesús trajo al mundo.

Lo primero que debemos reconocer es que el Nuevo Testamento revela que si hay una sola Iglesia Universal que fue fundada por Cristo, como lo demostramos en el artículo en el que tratamos este tema, el cual puede verlo ">haciendo click aquí

Para reconocer a esa verdadera y única Iglesia existen dos signos claramente definidos por el mismo Jesús, de los que habla la Biblia:

1. Que es una sola en toda la Tierra: "Padre, te ruego no solo por estos -los Doce Apóstoles- sino "POR LOS QUE POR SU PALABRA CREERÁN EN MI" -la Iglesia única de todos los tiempos formada por quienes creen a la predicación de la primitiva Iglesia fundada por Jesús en Pedro y los demás Apóstoles- "PARA QUE SEAN UNO COMO TU y YO SOMOS UNO", la que el mismo Señor quiso que viviera en unidad universal, Jn 17, 19ss.

Nótese que Jesús forma la Iglesia con los Doce, y dice que por su predicación, la de esos Doce, es que los demás hombres de todas las épocas creemos en Él, lo que obliga a todos los hombres que quieran ser sus discípulos a unirse a esa única Iglesia, a seguirlo solo en ella, porque todos los hombres en ella debemos alcanzar la unidad universal que vencerá la división y el egoísmo que es natural al hombre. Por ello no puede haber dos o mas iglesias de Cristo.

Y ello tiene su fundamento pues Dios nos hizo "a su imagen y semejanza". Por ello si El es en toda la creación Uno con el Hijo y el Espíritu Santo como lo afirma Jesús, quiere que a su imagen y semejanza nosotros alcancemos la unidad universal en su Hijo Jesucristo a través de su única Iglesia. Jesús no es deforme como para tener dos cuerpos, o un Cuerpo y 30.000 berrugas, ni es suya la división atómica de 30.000 congregaciones independientes unas de otras. Ello en contraste con un mundo dividido en ideologías, países, grupos, etc.

Al unirnos en Jesús a través de su única Iglesia Universal o Católica nos acercamos cada vez mas a la imagen y semejanza que debemos tener con Dios en su Hijo Jesucristo, hasta llegar a la plena comunión con El.

Ella, la Iglesia, es la unidad del género humano en el amor de Dios. La unidad de la Iglesia que fundó Cristo se preserva en la Iglesia Católica, por el Espíritu recibido por Ella desde Pentecostés, el que se ha transmitido en la Iglesia desde entonces a sus sucesores y discípulos.

Por ello, la división que muestran nuestros hermanos separados entre sí formando miles de congregaciones independientes unas de otras y cada una enseñando creencias diferentes a las demás, y con respecto a la Iglesia fundada por Cristo, muestra que ellos no practican la unidad del cristianismo que Jesús quiso para su Iglesia, unidad sellada por el Espíritu Santo desde Pentecostés pues es un Espíritu de unidad apostólica y eclesial, sino que practican el cristianismo que sale de su razón y sentimientos egoístas que no les permite la unión universal y por ello viven en la división o atomización de sus congregaciones.

Y esta atomización de cuerpo lleva a otro error que es la diversidad de doctrinas que nace de la interpretación aislada y personal, solo racional de la Biblia, o cuando mucho congregacional, no a la que da el Espíritu, el que solo lleva a la verdad revelada por Cristo y completada por el Espíritu a su Iglesia. Una sola verdad en Jesús, quien dijo "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí", Jn 14, 6, como lo revela la Biblia, pues hay "un solo Señor, un solo Bautismo, una sola Fe", Ef 4, 3.


2. Que los discípulos se aman como Cristo nos amó: "en esto reconocerán que sois mis discípulos en que se aman como yo os he amado", Jn 13, 35.

¿Y como nos amó Cristo? Dando la vida por nosotros para darnos de parte del Padre lo que los hombres necesitan para salvarse: su Palabra y los Sacramentos que instituyó. Así ama la Iglesia llevando en su interior la misma Cruz de la obediencia a Cristo.

La vida de la Iglesia, lo que celebra y predica, está destinada a llevar, por mediación de Jesús que la guía, a la salvación a todos y cada uno de los hombres, pues "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad", 1Tim 2,4, una sola verdad.

Este amor de la Iglesia entre sus miembros y hacia todos los hombres va en contraste con un mundo lleno de desamor y odio entre grupos, ideologías, países, etc., en donde todos se atacan unos a otros tratando de imponerse a los demás, hasta llegar a la eliminación del otro como único medio de lograr la supremacía o la propia subsistencia.

En la Iglesia los hombres (aún los que son de países políticamente enemigos) podemos amarnos ya no sensiblemente como lo hemos hecho hasta ahora, sino en Cristo: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado".

Veamos estos dos puntos resumidos en ésta imagen, con nuevos argumentos bíblicos. Si deseas verla mas grande haz click en ella : 




2. Porque permanece ininterrumpidamente en la historia humana: Otra de las características revelada desde el Antiguo Testamento en la Biblia, de la Iglesia que Jesús formó en el siglo I de nuestra era, es su permanencia a través de la historia humana. El mismo Jesús lo expresó a Pedro cuando le dijo: "sobre esta piedra edificaré "mi" Iglesia, y las puertas del infierno NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA". Y debe ser así porque la Iglesia es la establecida por Jesús para proveer su salvación a todos los seres humanos de todas las épocas, estando con ella "hasta el fin del mundo", Mt 28, 20. Por ello la Iglesia que formó Jesús cuando vino debe tener de antiguedad lo que hace que vino, cerca de dos mil años de existencia ininterrumpida, lo que solo la Iglesia Católica cumple y ninguna congregación o iglesia de otra denominación puede cumplir.

3. Porque está unida en torno al jefe universal que Cristo nombró: "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia". Significa que para ser edificados por Cristo hasta la estatura del hombre perfecto que es El mismo debemos estar en comunión o al lado de Pedro. Por ello Pedro y sus sucesores los Papas son garantes de la unidad de la Iglesia ya que obliga a todos los fieles del mundo entero a estar unidos a él. Es una condición sine qua non que en uso de su potestad y libertad puso Cristo para edificarnos como miembros de su Iglesia. Por ello no podemos ser edificados fuera, porque debemos ser apacentados por él: "Pedro ¿me amas mas que estos? Apacienta mis ovejas". Y confirmados en la fe por él: "Cuando vuelvas onfirma a tus hermanos". Para ello fue al único que le dio las llaves de todo el reino: "a ti te daré las llaves del Reino". Todo ello significa una autoridad y primacía universal sobre todos los demás fieles y ministros de la Iglesia, la que no dio a nadie mas.  

4. Por que celebra la Eucaristía como lo fundamental y central de la Fe cristiana, por ser esta "LA COPA DE LA NUEVA ALIANZA EN MI SANGRE", 1Cor 11, 25. Es por medio de la Eucaristía que nos es aplicada en nosotros la sangre del sacrificio salvador de Jesús en la Cruz.

Con ella, al tomarla, somos "ROCIADOS" CON LA SANGRE DE CRISTO, 1Ped 1, 2, el nuevo Cordero sin mancha, de la misma manera en que al sellar la Antigua Alianza el pueblo fue rociado con la sangre del Cordero sacrificado, Ex 25, 4-8. Y la Iglesia sigue el mandato de celebrarla como Jesús la celebró, Mt 26, 26, con su mismo Sacerdocio, con la misma unción o manifestación visible del Espíritu que el recibió en su Bautismo, Mc 1, 9, el que recibió su Iglesia desde Pentecostés, Hch 2, 1.

5. Que practica con lo que tiene para vivir la caridad con los demás, como lo hizo la viuda pobre (Mc 12, 41 - 44), llevando sobre sí los pecados de los demás, como el buen samaritano (Lc 10, 25 - 37).

Los pobres y abandonados de la sociedad existen por el desamor y por la desigualdad derivada del deseo de muchos de tener más bienes materiales para si mismos dejando a la inmensa mayoría de la gente sin lo básico para cubrir sus necesidades mínimas. Por ello la Iglesia, al ayudarles, está cargando con esos pecados de la sociedad.

Esta acción de la Iglesia va en contraste con un mundo que desprecia a los enfermos, débiles y pobres, porque prefiere a los "triunfadores". La Iglesia invierte todo lo que le sobra de las limosnas recogidas en el mundo entero en cientos de miles de obras de caridad que sostiene en todo el mundo como hospitales, albergues infantiles, ancianatos, hogares de paso, ayuda a las familias más pobres en cada parroquia, colegios con educación de buena calidad en sectores deprimidos, etc.

Pero la Caridad de la Iglesia (también basada en la Parábola del Buen Samaritano) no está en mayor importancia en sus obras sociales sino en la entrega de su vida entera para servir de medio a Jesucristo para que los demás lo conozcan y lleguen a la salvación.

La sociedad banaliza y seculariza al hombre destruyéndolo física y espiritualmente. La Iglesia es usada por el Señor para darle a los que sufren una palabra de aliento y de salvación a los pobres de espíritu, a los humildes, a los hambrientos y sedientos de amor, a los desnudos a los que falta el vestido de Cristo (espirituales), a los oprimidos, a los enfermos, etc., para que recuperen su dignidad y su relación con Dios, que es la verdadera caridad cristiana.

6. Porque no se defiende del mal sino que responde al mal con bien, en contraste con un mundo donde unos buscan imponerse o destruir a los demás por el odio reinante.
La Iglesia se deja crucificar como Cristo pues es guiada por El mismo. ("No os resistáis al mal...; a quien te golpee en la mejilla derecha ponle también la izquierda...(Mt 5, 38ss).

Por ello, los ataques de los muchos enemigos gratuitos que tiene la Iglesia (de hecho la Iglesia es la institución más perseguida en toda la historia de la humanidad), interesados en que en el mundo se establezca un orden sin los valores morales y espirituales cristianos, y por la mala interpretación de su predicación y su actuar en el mundo, solo reciben como respuesta una palabra de parte del Señor que les encamine hacia la salvación ayudándoles a salir de sus pecados.

7. Por que como Cuerpo de Cristo la Iglesia vive voluntariamente la pureza de Jesús en el celibato ("hay quienes se hacen eunucos a si mismos por el Reino de Dios", Mt 19, 12), en contraste con un mundo que vive en la idolatría y el consumo mediático y permanente de sexo y de pornografía, en el que basa y busca una felicidad que no se encuentra allí; lo mismo que en el consumo de drogas, el alcohol, el secularismo, etc., que destruyen la pureza interior de la persona.

Por ello Pablo le recomendó a los candidatos a sacerdotes que era preferible que no se casaran para no estar divididos en el servicio al Señor si tenían también que atender una familia (1 Cor 7, 32 - 35).

Hay quienes dicen que Pablo dijo a todos que se deben casar, pero eso solo lo dijo a los célibes en general, los solteros, y a las viudas, no a los candidatos a sacerdotes, a quienes como dijimos, les recomienda "no casarse" para no estar divididos en su servicio al Señor y a la Iglesia.

8. Por que recoge la "colecta voluntaria", SIEMPRE VOLUNTARIA, entre los fieles, como dice la Biblia que lo hacían los primeros discípulos de la Iglesia ("la vida en común", Hch 2, 44-45), no los diezmos obligatorios del 10% que son expropiadores, y se trasladan a los bolsillos de los pastores por medio de jugosos salarios o apropiaciones directas, los que se invierten en casas o apartamentos y vehículos de lujo, o en cuentas en el exterior, y en campañas políticas personales para obtener más dinero y poder, mientras se engaña a los fieles diciéndoles que solo si apoyan económicamente a su iglesia es que reciben los dones de la salvación.

9. Por que los Obispos y Sacerdotes no cobran salarios por su labor permanente en favor de la Iglesia (ver Jn 10, 11-18), mas que la comida, el vestido, el calzado, el transporte, la salud, y lo necesario para cumplir su misión entre los hombres, como quiso Cristo que sus discípulos fueran por el mundo sin alforja, sin vestido de repuesto, sin provisiones para el camino, etc., Mc 6, 7-13.

10. Por ser santa por la presencia manifestada de Jesús, aunque algunos pocos de sus miembros se equivoquen por venir muy afectados de la sociedad (solo el 0,55%, menos del 1%, de los sacerdotes, y ello solo en 3 países, en el resto de países del mundo no llega ni al 0,4%) sin defenderse de los ataques que le hacen por ello, a pesar de que hay cerca de 48.000 pastores evangélicos, mas del 10% de ellos, en procesos o presos por diferentes delitos, entre ellos el abuso sexual y el uxoricidio, la estafa y el asesinato.

Acerca de este último tema, hay quienes dicen que la Iglesia de Cristo debe ser formada por ángeles que nunca cometen pecados. Especialmente vienen estas opiniones desde los diferentes grupos protestantes, que intentan descalificar a la Iglesia toda por los pecados de unos pocos sacerdotes. ¿Pero es cierto que los miembros de la Iglesia de Cristo no pueden cometer ni cometen nunca pecados? Veamos si esta afirmación es cierta y si tiene asidero bíblico real.

Cuando la Iglesia en sus inicios era formada solo por los doce apóstoles (y un burro prestado), uno de ellos, Judas Iscariote, se molestaba si alguien gastaba mas de la cuenta ¡¡su jefe!! y traicionó a Jesús por la ambición de unas monedas de oro. Y su culpa lo llevó al suicidio. Y en ese entonces él era el 8.33% de la Iglesia de Cristo, un índice mucho mayor al que históricamente ha tenido y tiene hoy la Iglesia.

Pedro, ¡¡el primer Papa!!, era un violento que hería y asesinaba si se lo permitían, y después lo negó tres veces mostrando ser un desleal y un miedoso, y todo ello lo hizo ¡¡después de ser investido como tal por el mismo Jesús!!, aunque hay que reconocer en su favor que fue antes de recibir el Espíritu en Pentecostés.

Otro era tan práctico y tan mundano que no creía en El ni en su resurrección hasta no verlo y hurgar en sus llagas.

Otros dos eran ladrones recaudadores de impuestos y eran considerados por todo el pueblo judío como traidores a su patria y por eso eran considerados parias indignos de ser elegidos para algo bueno.

Todos se peleaban entre si por tener el mejor puesto y ser el mas importante entre ellos pues eran egoístas y solo buscaban su propio bien, pero al momento en que las cosas no parecían ir también para su Señor y jefe, solo uno no lo abandonó, Juan, el que parecía ser el único que era algo recomendable.

Y la mayoría también eran humildes pescadores iletrados que nadie los escogería para nada por su oficio y condición humilde.

Y el mas culto de todos, Pablo, era un auto declarado asesino que perseguía a Cristo a través de su Iglesia, como el mismo Señor se lo dijo en el camino de Damasco.

Si eso fuera cierto de que los cristianos debemos ser ángeles que nunca cometemos errores, entonces no existiría el cristianismo pues Jesús escogió lo peor de la sociedad de su tiempo para formar su Iglesia. Y era criticado precisamente por elegir y compartir con los pecadores que elegía, a lo que El contestaba que "el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido", Luc 19,10, o "no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, Mateo 9,13.

Y dijo que primero se salvaban las prostitutas, a pesar de su vida, que los que aparentaban ser justos ante la sociedad por parecer sepulcros blanqueados y nunca se reconocían pecadores, lo que los hacía creerse mejores que los demás y por eso criticaban a los miembros de su Iglesia. Nadie se puede sustraer a la condición de pecador.

Lo que la Iglesia que fundó Cristo si debe ser es santa. Pero una cosa es que la Iglesia sea santa y otra cosa que no tenga pecados pues lo uno no es sinónimo de lo otro, que es de donde viene la confusión protestante al confundir el significado del término "santidad".

Ya vimos que Jesús no escogió una Iglesia perfecta pues sus miembros eran lo peor de la sociedad. Ello quiere decir que no había en ella "ausencia de pecados", que es como se suele asumir la santidad. Ello demuestra que la santidad de la Iglesia no consiste en que nunca cometan errores algunos de sus miembros pues ninguna persona o entidad, y menos del tamaño y magnitud de la Iglesia, está exenta de ellos.

La santidad de la Iglesia emana y proviene de la presencia de Jesús, el único santo, en medio de ella dirigiendo a sus miembros, como Cabeza de su Cuerpo que es la Iglesia, lo que sucede desde Pentecostés y hasta hoy. Solo la unión con Jesús por el Espíritu que se nos manifiesta visiblemente y nos guía personalmente inundándonos de su santidad, es lo que hace que la Iglesia sea santa.

Y claro que quien ha recibido la manifestación visible del Espíritu es llevado por El a purificarse y a tener los actos que El le inspira, que también son santos, pero siempre está presente también la fragilidad humana que puede llevar al error e imponerse a la Gracia santificadora.

La cuestión es que fuera de la Iglesia no se puede recibir esa Gracia ni esa presencia del Señor, por lo que esa aparente ausencia de pecado de la que sin ser verdadera se ufanan en muchos grupos, solo es una piedad afectada o aparente que proviene de la razón y de la voluntad humana, y no del Espíritu, falsa piedad que el mismo Cristo criticó en la parábola del fariseo que se creía mejor que los demás pero no se arrepentía de sus pecados, lo que si hacía el mendigo y por sus pecados pedía misericordia y perdón al Señor en el Templo.

Por todos los signos de que he hablado se puede reconocer bíblicamente a la verdadera Iglesia de Cristo, la que El mismo fundó en Pedro y los demás apóstoles hace cerca de 2000 años.