ANALIZA DIFERENTES TEMAS GENERALMENTE POLÉMICOS DE NUESTRA FE CRISTIANA
PARA MOSTRAR SI TIENEN o NO SUSTENTO BÍBLICO.

"La pregunta principal que nos planteamos hoy es ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en los corazones de nuestros contemporáneos, a menudo cerrados, y en sus mentes, a veces distraídas por tantos destellos de la sociedad?"... ..."La primera respuesta es que nosotros podemos hablar de Dios porque Dios ha hablado con nosotros. La primera condición del hablar de Dios es, por lo tanto, la escucha de lo que ha dicho el mismo Dios."
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AAA El dilema hoy de las religiones ¿Cuál es la verdadera? ¿por qué se mata en nombre de Dios? ¿te has hecho ateo por ello? ¿fué Jesús histórico?

El hombre siempre ha tenido el deseo de Dios en su interior. Desde los primeros pobladores los hombres querían explicarse los fenómenos naturales que muchas veces perjudicaban sus actividades diarias atribuyéndoselos a dioses a los que querían aplacar haciéndole sacrificios y aparece entonces de esta forma la necesidad del culto a esos dioses.

Cuando se adquiere mayor desarrollo aparecen sistemas religiosos digamos más complejos o formados y ya independientes de una relación causa - efecto con fenómenos naturales.

De todas formas la dirección de ésta búsqueda de Dios a iniciativa del hombre se da en el sentido o dirección: hombre (espiritualidad separada de una experiencia de Dios) - religión (culto creado por el mismo hombre) - dios imaginado (inalcanzable).

Este tipo de búsqueda de Dios por el mero esfuerzo mental o espiritual del hombre es estéril y está mostrada bíblicamente en el episodio de la Torre de Babel (Gn 11, 1-9): el hombre o pueblo que construye por su propia iniciativa una torre espiritual (representada en el edificio que construyen) individual o colectiva, tratando de llegar al Creador sin poder lograrlo.
Esta construcción, por ser basada en intereses y metas humanas que están sometidas a la voluntad siempre variable y diferente de quienes la practiquen, lleva a la división de la humanidad (por ello es que hay tantas denominaciones cristianas diferentes a la Católica, en desunión entre sí, porque cada una ha querido hacer su voluntad y no la de Dios).

En éste tipo de religiones el hombre intenta justificar su legitimidad con supuestas manifestaciones personales en las que generalmente nadie más que quien las anuncia es testigo. O manejando la sugestión de grupo hacen espectaculares manifestaciones (las que Jesús nunca hizo de la misma manera) supuestamente milagrosas para probar una supuesta autoridad divina.

Pero la Biblia muestra es la experiencia contraria: es Dios quien se manifiesta y revela al hombre, quien viene al encuentro del hombre para darse a conocer (Dios que se hace visible y alcanzable).
Ya no es el hombre el que busca a un dios que se ha imaginado como cree que debe ser Dios, sino que tiene la experiencia de conocerlo personalmente o a través de su elegido o profeta que se lo revela, pero que es testigo presencial de sus manifestaciones. La Biblia es el registro escrito de esas experiencias reales de Dios con hombres que existieron realmente.

De esta forma el sentido o dirección de la relación con Dios es otro: Dios (que se revela al hombre) - hombre que acepta, conoce y obedece a Dios - Culto dado por Dios y el hombre lo acoge y celebra como respuesta al amor de Dios que se le ha revelado.

Eso fue lo que vivió el pueblo judío al ser sacado de Egipto por Moisés y ser llevado a la Tierra Prometida. A esa nación Dios se reveló a través de Moisés enseñándole a conocerlo y a obedecer poco a poco a través del Exodo por el desierto (Ver Libro del Exodo). Y el mismo Dios le muestra al pueblo la forma en que desea ser obedecido (los Diez Mandamientos, ver Ex 20) y adorado en el culto (Religión o Alianza, ver Ex 20, 22ss, ). De esta forma nació y se consolidó la religión judía.

Esta experiencia de Dios fue primero transmitida ORALMENTE de generación en generación y a través de los años fue puesta por escrito por hombres elegidos que hicieron parte de los pueblos que la vivieron. Estos escritos fueron poco a poco compilados en un solo conjunto de Libros llamado el Antiguo Testamento.

En el mismo sentido Dios quiso mejorar esa Alianza antigua y envió a Jesús a que se hiciera un hombre y nos sirviera de inicio y modelo para que los demás podamos seguirlo y ser como El (Nueva Alianza, ver Evangelios).

Dios nos envía a su único Hijo (Dios que se revela en su Hijo, nuevo y único profeta) para que lo escuchemos y sigamos (hombre que acepta y sigue a Dios) y le rindamos en respuesta el culto de la forma en que El manifiesta que se debe hacer (Religión). De aquí nace la Iglesia Católica hace cerca de 2000 años, fundada por el mismo Jesús.

El culto y la relación con Dios que antes se practicaba con la Antigua Alianza es una relación exterior. La novedad de la Nueva Alianza es que el hombre podrá alcanzar una relación interior con Dios, hacerse uno con El, a través de la Liturgia de la Religión que fundó.

Hay quienes dicen que Jesús no fundó ninguna religión. No es cierto pues eso es contrario a lo que muestra el Nuevo Testamento. Para fundar una religión que siguiera la misión que Jesús inició El mismo eligió a los doce apóstoles, los formó predicándoles la doctrina cristiana, y les envió después de su resurrección (de la que todos fueron testigos) su Espíritu Santo que los llevó "a la verdad completa" (Jn 16, 13), enviándolos a proclamarla al mundo entero: "«Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.» (Mt 28, 18s).

Y en cumplimiento de esa misión los mismos apóstoles o los discípulos que se convirtieron con ellos fundaron las iglesias locales que aparecen en el Nuevo Testamento (Hechos y Cartas apostólicas), a las cuales todos visitaban, les escribían, les enviaban delegados, les elegían diáconos o prebíteros, les hacían colectas, o se reunían para atenderle sus asuntos, lo que suficientemente demuestra que cada una de ellas pertenecía a la misma Iglesia Universal (que es lo que quiere decir "Católica") manteniendo la unidad entre ellas. Para profundizar en este tema ver en este mismo blog, haciendo click en el título, el siguiente artículo: "La Iglesia única y universal de Cristo ¿está revelada en el Nuevo Testamento? Dios y religión ¿son lo mismo?"


Agregado sobre el ateísmo y el porque se mata en nombre de Dios
Ahora, muchas personas, ante la triste realidad de que hay quienes matan en nombre de Dios, han escogido rechazar a Dios de sus vidas pues no es posible ver claramente que proviene de Dios y que no. Es el fenómeno del desencanto de la religión porque si el mundo es como es y hay tanto fanatismo ciego y criminal de muchos creyentes, Dios no debe existir. Como dije arriba, las religiones tienen orígenes diversos. El hombre en su razón y libertad ha creado la mayoría de ellas. Estas religiones nacen del hombre y tratan de ir hasta Dios sin conseguirlo. Están vacías de El y por eso son fundamentalistas aunque con diversos matices de radicalidad. Las que tienen grupos más radicales son las que matan pero en el fondo estas religiones son ideologías políticas, de personas, grupos pequeños o de estados, disfrazadas de religión, la que es usada como un instrumento de opresión. Pongo de ejemplo el talibanismo vigente hasta hace poco en Afganistán, el islamismo de países como Irak, o el que está vigente aún en Irán y otros países árabes, etc.

El judeo-cristianismo es diferente porque no tiene origen en la razón humana sino que es el mismo Dios quien se manifiesta y se revela al hombre y le da los ritos y fiestas que debe celebrar, por lo que nacen la religión judía primero y el cristianismo católico después. La Biblia es un recuento de esas experiencias del hombre con un Dios real y presente.

Hay quienes dicen que en la Biblia, especialmente en el Antiguo Testamento, Dios ordena asesinatos, genocidios, guerras, etc. Y se dice, por el concepto (mas cierto) que eso no puede venir de Dios pues este es Amor. Solo se debe entender el Antiguo Testamento o la Antigua Alianza como un paso intermedio que vive el hombre hacia la plenitud en Cristo, hacia la Nueva Alianza de su amor.

De hecho, los pueblos del Antiguo Testamento eran nómadas y bárbaros, en permanentes conflictos con las tribus y pueblos vecinas por la supremacía o por la supervivencia. Por ello sus costumbres eran diferentes ya que no había la organización de las naciones como la disfrutamos hoy ni eran tan instruidos en civismo como los somos nosotros. Se trataba de vencer o morir. Por ello lo que hoy nos parece una barbaridad eran realmente las costumbres diarias de esos pueblos. En ese contexto debemos mirarlo.
Pero Dios no nos dejó allí sino que condujo a los pueblos de todo el mundo a una perfección mayor en el amor de Cristo, que en vez de tratar de acabar con los demás, es capaz de sacrificar su vida aún por sus enemigos. La Iglesia es la expresión universal del amor de Dios hecho carne en hombres de todas las civilizaciones. Allí se aman los palestinos e israelíes convertidos al catolicismo a pesar de sus diferencias políticas y religiosas; gringos y rusos a pesar de la guerra menos fría pero que aun viven; etc. Los gobernantes y pueblos de todo el mundo se agreden entre si por los mas insignificantes motivos. En la Iglesia no existe eso porque se vive en el amor de Cristo. "En esto reconocerán que sois mis discípulos, en que se aman unos a otros como yo os he amado". Nunca se ha visto que los miembros de la Iglesia de un país agreda física o verbalmente a los miembros de la Iglesia de otro país como lo hacen los gobernantes o pueblos civiles. Eso es así porque Cristo está resucitado en su Iglesia.

Ahora ¿por qué se dieron cosas como la Inquisición? Por otro tipo de fundamentalismo, el de Estado, que consiste en que un emperador o gobernante obliga a sus súbditos o gobernados (incluso a los miembros de la misma Iglesia que no se podía oponer a los designios del Emperador Todopoderoso pues quien lo hacía era ejecutado, como era la costumbre de la época) a profesar una fe determinada ajustándola a sus intereses políticos como la unidad como nación, religiosa, etc. Y de allí nace la idea de fabricar leyes y crear tribunales para perseguir a quien practica una fe diferente. En este caso la fe es la misma de la Iglesia y ella la predica y la practica en los mismos principios del amor, pero al mismo tiempo se crea POR PARTE DEL ESTADO un aparato de persecución judicial para perseguir o convertir a los rebeldes. Eran los gobernantes, las leyes y los organismos de justicia de ese entonces los que crearon la Inquisición y lo hacían funcionar, no la Iglesia. Hacer click aquí para leer otro artículo sobre este tema.

El mal es creación del hombre que en su egoísmo solo ve como posible su bienestar acabando al otro. Dios envió a su Hijo para que en la Iglesia podamos amar aun a nuestros enemigos. No todo lo que se hace en nombre de Dios proviene realmente de El y debemos pedirle el discernimiento necesario para reconocer la diferencia. Para no rechazar a Dios porque hay quienes lo usan para hacer el mal



¿Fue Jesús un personaje histórico?:
Hay que tener en cuenta que los judíos no escribieron mucho acerca de Jesús porque al considerarlo solo como un profeta importante, lo rechazaban o desconocían como el Mesías anunciado pues lo que predicaba contrariaba lo que los judíos practicaban, por lo que aún esperan a otro mesías, pero nunca han dejado de reconocer la existencia histórica de Jesús.

Hay documentos históricos aparte de la Biblia que hablan de su existencia y milagros.
Flavio Josefo, historiador contemporáneo de Jesús, habla de El y aunque se considera que a sus escritos le hicieron agregados posteriores ningún historiador deja de reconocer que en sus escritos originales él habla de Jesús: "Pero muchos otros, incluso el racionalista alemán A. Harnack lo consideran genuino, ya que aparece en todos los códices. El hecho de que no haya sido anteriormente citado no extraña pues las obras de F. Josefo no eran conocidas entre los cristianos".

Veamos lo que dice Daniel Iglesias Grézes en su artículo "Fe y Razón" cuyos apartes reproduzco:

"En último término me referiré al más conocido de los testigos extrabíblicos sobre Jesús: el historiador judío Tito Flavio Josefo, del siglo I. Flavio Josefo se refirió a Jesús en dos pasajes de sus Antiquitates judaicae. El primero de ellos es el célebre Testimonium Flavianum."
"El texto recibido dice lo siguiente: "Por aquel tiempo existió un hombre sabio, llamado Jesús, si es lícito llamarlo hombre; porque realizó grandes milagros y fue maestro de aquellos hombres que aceptan con placer la verdad. Atrajo a muchos judíos y muchos gentiles. Era el Cristo. Delatado por los príncipes responsables de entre los nuestros, Pilato lo condenó a la crucifixión. Aquellos que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo, porque se les apareció al tercer día de nuevo vivo: los profetas habían anunciado éste y mil otros hechos maravillosos acerca de él. Desde entonces hasta la actualidad existe la agrupación de los cristianos que de él toma nombre."
"Sobre el problema de la autenticidad del Testimonium Flavianum se ha discutido mucho. En general se puede decir que en torno a este problema existen tres posturas básicas: (1) la tesis de la autenticidad total (Flavio Josefo escribió el texto tal como lo conocemos); (2) la tesis de la interpolación total (todo el pasaje fue introducido en la obra de Josefo por un autor cristiano posterior) y (3) la "hipótesis del retoque": Un copista cristiano medieval habría hecho algunas modificaciones al texto original de Josefo, que es la base del texto actual.

"La tesis de la autenticidad total no explica suficientemente los elementos cristianos; el texto actual parece una confesión de fe cristiana, cosa bastante improbable en un autor judío. La tesis de la interpolación total tampoco es convincente, porque el Testimonium Flavianum contiene muchos términos y expresiones inusuales en el lenguaje cristiano y propios del lenguaje de Flavio Josefo."

"Por eso hoy en día prevalece ampliamente la hipótesis del retoque. Se han hecho muchos intentos de reconstrucción de la forma original del Testimonium Flavianum. Un reciente descubrimiento parece confirmar esta hipótesis: En 1971 el autor judío S. Pines citó por primera vez en el contexto de este debate una versión árabe del Testimonium Flavianum que Agapio, obispo de Hierápolis (del siglo X), incluyó en su historia universal. El texto árabe coincide significativamente con las reconstrucciones críticas del texto original de Josefo."
"Dice así: "Josefo refiere que por aquel tiempo existió un hombre sabio que se llamaba Jesús. Su conducta era buena y era famoso por su virtud. Y muchos de entre los hebreos y de otras naciones se hicieron discípulos suyos. Pilato lo condenó a ser crucificado y a morir. Pero los que se habían hecho discípulos suyos no abandonaron su discipulado. Ellos contaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo; quizás, por esto, era el Mesías, del que los profetas contaron maravillas." Un texto como éste pudo perfectamente haber sido escrito por Flavio Josefo.".


Plinio el Joven, gobernador de Bitinia, también escribió en el 112 acerca de Jesús:
"Hacia el año 112, Plinio el Joven, legado imperial en las provincias de Bitinia y del Ponto (situadas en la actual Turquía) escribió una carta al emperador Trajano para preguntarle qué debía hacer con los cristianos, a muchos de los cuales había mandado ejecutar. En esa carta menciona tres veces a Cristo a propósito de los cristianos. En la tercera oportunidad dice que los cristianos "afirmaban que toda su culpa y error consistía en reunirse en un día fijo antes del alba y cantar a coros alternativos un himno a Cristo como a un dios" (Daniel Iglesias Grézes, idem).


Continúo citando a Daniel Iglesias: "A fines del siglo I, el sirio Mara ben Sarapión se refirió así a Jesús en una carta a su hijo: "¿Qué provecho obtuvieron los atenienses al dar muerte a Sócrates, delito que hubieron de pagar con carestías y pestes? ¿O los habitantes de Samos al quemar a Pitágoras, si su país quedó pronto anegado en arena? ¿O los hebreos al ejecutar a su sabio rey, si al poco se vieron despojados de su reino? Un dios de justicia vengó a aquellos tres sabios. Los atenienses murieron de hambre; a los de Samos se los tragó el mar; los hebreos fueron muertos o expulsados de su tierra para vivir dispersos por doquier. Sócrates no murió, gracias a Platón; tampoco Pitágoras, a causa de la estatua de Era; ni el rey sabio, gracias a las nuevas leyes por él promulgadas." (Daniel Iglesias Grézes, Fe y Razón)


Los "anales" de Cornelio Tácito que fue escrito en el año 116 (inicios del segundo siglo) hablan de Jesús y de los creyentes al narrar un gran incendio en Roma ocurrido en el año 64.
Nuevamente doy paso a Daniel Iglesias Grézes: "Hacia el año 116, el historiador romano Tácito escribió sus "Anales". En el libro XV de los Anales Tácito narra el pavoroso incendio de Roma del año 64. Se sospechaba que el incendio había sido ordenado por el emperador Nerón. Tácito escribe que "para acabar con los rumores, Nerón presentó como culpables y sometió a los más rebuscados tormentos a los que el vulgo llamaba cristianos, aborrecidos por sus ignominias. Aquel de quien tomaban nombre, Cristo, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato; la execrable superstición, momentáneamente reprimida, irrumpía de nuevo no sólo por Judea, origen del mal, sino también por la Ciudad..." (y continúa el relato de la persecución de los cristianos)"


Suetonio en el 120 en su obra "Vida de Claudio" habla de que el emperador expulsa a la Iglesia de Roma por "continua agitacion a causa de Cresto":
"Hacia el año 120, el historiador romano Suetonio escribió una obra llamada "Sobre la vida de los Césares". En el libro dedicado al emperador Claudio (41-54), Suetonio escribe que Claudio "expulsó de Roma a los judíos, que provocaban alborotos continuamente a instigación de Cresto". La expulsión de los judíos de Roma por orden de Claudio se menciona también en los Hechos de los Apóstoles (18,2)."(Idem).

Dice Hch 18, 2: "Allí se encontró con un judío llamado Áquila, originario del Ponto, y con su mujer Priscila. Acababan de llegar de Italia pues el emperador Claudio había decretado que todos los judíos saliesen de Roma".
Y enseguida aclara la Biblia de Jerusalén en nota de pie de página: "Esta medida, conocida por Suetonio, data del año 41. No contemplaba lit. , sino a quienes actuaban como agitadores , es decir, del Mesías (Christus). Sus efectos fueron ciertamente pasajeros. ver Rm 16 3; 1Co 16 19; 2Tim 4 19"


"En la segunda mitad del siglo II, el escritor Luciano de Samosata, oriundo de Siria, se refirió a Jesús en dos sátiras burlescas ("Sobre la muerte de Peregrino" y "Proteo"). En la primera de ellas habla así de los cristianos: "Después, por cierto, de aquel hombre a quien siguen adorando, que fue crucificado en Palestina por haber introducido esta nueva religión en la vida de los hombres... Además su primer legislador les convenció de que todos eran hermanos y así, tan pronto como incurren en este delito, reniegan de los dioses griegos y en cambio adoran a aquel sofista crucificado y viven de acuerdo a sus preceptos." (Idem).


Y hay áun dos testimonios más que hablan de Jesús:
"Todavía en el siglo I, el historiador samaritano Thallos aludió en sus escritos a las tinieblas que sobrevinieron en ocasión de la muerte de Jesús e intentó explicarlas como un eclipse de sol. Esta parte de sus escritos fue citada luego por los historiadores romanos Julio Africano y Flegón Tralliano". (Idem)

"El Talmud, compendio de la antigua literatura rabínica, contiene varias referencias a Jesús. Ellas están inspiradas por una actitud polémica anticristiana, que les da un carácter calumnioso. No obstante pueden ser de alguna utilidad para una investigación histórica sobre Jesús, no tanto por lo que afirman falsamente, sino por lo que suponen: la existencia histórica de Jesús, su condena a muerte con intervención de las autoridades religiosas judías, sus milagros (rechazados como producto de la magia), etc. Citaré sólo un pasaje del Talmud babilónico: "En la víspera de la fiesta de pascua se colgó a Jesús. Cuarenta días antes, el heraldo había proclamado: `Es conducido fuera para ser lapidado, por haber practicado la magia y haber seducido a Israel y haberlo hecho apostatar. El que tenga algo que decir en su defensa, que venga y lo diga´. Como nadie se presentó para defenderlo, se lo colgó la víspera de la fiesta de pascua" (Sanhedrin 43a)." (Idem)


Los manuscritos originales de los Evangelios, las Cartas, los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis son testimonios válidos de la existencia de Jesús escritos por varios de sus discípulos que fueron testigos presenciales de su vida, obra y milagros (fuentes diferentes que se confirman entre sí). Ningún historiador serio deja de considerarlos como testimonios legítimos.


Y un testimonio también muy válido acerca de la existencia de Jesús es el de la Iglesia hoy, que ha experimentado, por la conversión recibida, ser testigo de su resurrección en nuestro tiempo y en todas las épocas desde Jesús. La Iglesia existe porque Jesucristo resucitó y se encuentra en la Iglesia, donde El mismo dijo que estaría "todos los días hasta el fin del mundo". Por ello la Iglesia ha dejado todo para entregarse a su misión de difundir el evangelio a todas las naciones, como se lo ordenó a los apóstoles, fundamento y base de su primitiva y única Iglesia Universal, el mismo Cristo.

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