ANALIZA DIFERENTES TEMAS GENERALMENTE POLÉMICOS DE NUESTRA FE CRISTIANA
PARA MOSTRAR SI TIENEN o NO SUSTENTO BÍBLICO.

"La pregunta principal que nos planteamos hoy es ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en los corazones de nuestros contemporáneos, a menudo cerrados, y en sus mentes, a veces distraídas por tantos destellos de la sociedad?"... ..."La primera respuesta es que nosotros podemos hablar de Dios porque Dios ha hablado con nosotros. La primera condición del hablar de Dios es, por lo tanto, la escucha de lo que ha dicho el mismo Dios."
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AAA ¿Ya estamos salvados automáticamente desde la Cruz? "Cristo sufrió la muerte por nuestros pecados, de una vez para siempre", 1Ped 3:18. "Así también Cristo fue ofrecido una sola vez, para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que le esperan", Hb 9, 28.



Los hermanos separados dicen repetidamente que todos los creyentes ya estamos salvados automáticamente desde hace dos mil años por el solo hecho de pertenecer a una Iglesia o congregación y leer la Biblia, es decir por creer racionalmente en Jesús (testimonios reales realizados por ellos en algunos foros de debates). 

Se basan en textos como este:
"Pero presentóse Cristo como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de una Tienda mayor y más perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo.Y penetró en el santuario UNA VEZ PARA SIEMPRE, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino CON SU PROPIA SANGRE, consiguiendo UNA REDENCIÓN ETERNA. Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, PURIFICARÁ de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! Por eso es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida.", Hb 9, 11-15.

Hay un aspecto que los evangélicos no han tenido en cuenta. Y es que si DESPUÉS de su muerte en la Cruz y de su resurrección hace dos mil años Jesucristo ENVIÓ a los dirigentes de su Iglesia única al mundo entero, Mt 28, 5-6.16-20; Hch 1, 8, A PREDICAR EL EVANGELIO VIVO (los evangelios escritos no existían aún pues comenzaron a aparecer cerca de 20 o 30 años después de su muerte y resurrección), para que EL QUE CREYERA a esa predicación única y viva, Jn 17, 20-23, HASTA SER BAUTIZADO (en Espíritu como en Pentecostés, Hch 1, 5) SE SALVARA, es porque no estábamos salvados automáticamente con su solo sacrificio

¿Acaso Jesús sería tan tonto como para enviar a los dirigentes de su Iglesia a predicar el Evangelio que el Espíritu les dictaba en su interior para salvar A LOS QUE YA NO LO NECESITABAN porque ya estarían supuestamente salvados automáticamente desde su sacrificio?. No lo creo. Dios no comete errores y menos uno tan elemental.

Eso por si solo es suficiente para demostrar que no estamos ya salvados automáticamente por el sacrificio en la Cruz, porque los envió a salvarnos DESPUÉS de su sacrificio y resurrección, antes de su Ascención, lo que significa que el sacrificio no nos salvó automáticamente tan pronto sucedió.

Algunos me han dicho: "pero es que desde que nos convertimos en creyentes y entramos en una iglesia cualquiera, leemos la Biblia y decimos que "aceptamos a Jesús en nuestro corazón como único Señor y Salvador" y nos bautizamos quedamos salvados de inmediato por el sacrificio y la Sangre que derramó en la Cruz".  

Eso no puede ser suficiente para salvarnos, primero porque eso sería salvarnos por medio de actos humanos que realizamos (una entrada a una congregación, leer la Biblia, decir una frase y hacer un rito, todos actos humanos), y segundo porque Jesús dijo también que no todos nos salvamos aunque seamos creyentes y le digamos "Señor, Señor" y aunque prediquemos la Biblia o digamos expulsar demonios o hagamos milagros en su nombre, Mt 7, 21-23, lo que también contradice o descarta de plano la teoría de que todos estemos ya salvados automáticamente desde hace dos mil años por solo ser creyentes, porque pertenezcamos a una Iglesia o leamos la Biblia o digamos que recibimos a Cristo como único Señor y Salvador (solo lo recibimos cuando llegamos a ser como El), y nos bauticemos, pues entonces nadie se condenaría.

Nadie duda de que el sacrificio de Cristo en la Cruz es suficiente para salvarnos de una vez y para siempre, pero eso no significa que lo hizo automáticamente o como por arte de magia desde hace dos mil años. Significa que con el sacrificio único de Cristo en la Cruz quedó preparada de una vez y para siempre nuestra salvación (sin el no sería posible salvarnos), que es lo que dice el texto citado, para que quienes posteriormente al sacrificio y su resurrección creamos a la predicación de su Iglesia única y de esa forma nos dejemos poco a poco transformar en alguien igual a Jesús,  Rom 8, 29, hasta recibir visiblemente como Jesús en su Bautismo, Mt 3, 13-17, y los Apóstoles en Pentecostés, Hch 2, 1ss, el Bautismo en Espíritu, Hch 1, 5, y de esa manera recibamos la Sangre de su sacrificio y su resurrección en nuestro interior, Gal 2, 20; 1Ped 1, 1-2, y solo así seamos salvados y obedezcamos a Jesucristo. 


Nótese que el texto de Hebreos dice que el sacrificio de Cristo en la Cruz "nos purificará", en un futuro. ¿A quienes? A quienes hayamos sido llamados, Hch 2, 47, y creyendo reciban esa herencia o vida eterna prometida. Sin vivir esa experiencia de creer y recibir el Bautismo en Espíritu que nos comunica el sacrificio de Cristo, su muerte y resurrección, no estamos salvados aún. Porque CREER en Jesús no se puede hacer solo racionalmente por la Biblia conociendo datos históricos de El, sino que CREEMOS dejándonos transformar interiormente en alguien igual a El, hasta ser sellada esa transformación por el Bautismo visible en Espíritu. 

Así lo vivieron los Apóstoles, Hch 2, 1ss, y todos los discípulos que aparecen en el Nuevo Testamento, Hch 10, 44; 19, 6; y lo alcanzaron siguiéndolo en esa Iglesia única de Cristo que hoy debe tener dos mil años de formada, que es la única que puede bautizarnos en Espíritu cuando creemos a su predicación porque es la única que lo recibió y lo transmite desde Pentecostés.
Como vemos, lo que dice el texto es muy diferente a que todos los creyentes ya estemos salvados automáticamente desde hace dos mil años por la sola fe racional en el sacrificio de Cristo en la Cruz.

Así que esa teoría de que ya somos salvos automáticamente hace dos mil años es absurda, porque se necesita que posteriormente todos los hombres de todas las épocas creamos a la predicación de su Iglesia única, Mc 16, 15-16, y comamos su carne y bebamos su sangre eucarística, Jn 6, 54; 1Cor 11, 23, hasta recibir en plenitud ese sacrificio en nosotros para tener en nuestro interior la vida eterna que Jesús nos alcanzó con su sacrificio en la Cruz y su resurrección, para que Cristo viva resucitado en nosotros como dijo Pablo que lo vivió después de su encuentro PERSONAL con El, Hch 9, 4-6, y quedar lleno de su Espíritu Santo en Damasco, 9, 17: 


"con Cristo ESTOY CRUCIFICADO (vivió su Cruz), y ya no vivo yo (murió con Cristo) sino que es Cristo quien vive en mi" (resucitó Cristo en él), Gal 2, 20. 


La predicación de la Iglesia Católica, que es la misma de Pablo y los demás Apóstoles y es la única Iglesia que formó Cristo hace dos mil años por ser la única que tiene hoy ese tiempo de existencia ininterrumpida, Iglesia de la que dijo Jesús que era para siempre y sin error porque "las puertas del infierno nunca prevalecerán contra ella", Mt 16, 18, cuando la creemos nos lleva hasta la Cruz, 1Cor 1, 22-24, hasta recibir el Bautismo en Espíritu como fue concedido a los Apóstoles en PentecostésCIC 1303, para que podamos en verdad obedecer a Jesucristo y ser bañados con su Sangre, 1Ped 1, 1-2.


Sin vivir esa experiencia real es falso que el sacrificio y la resurrección de Cristo ya nos haya salvado. Pensar que si lo ha hecho automáticamente por solo haber sucedido hace dos mil años sería como creer o considerar que el sacrificio de Cristo es una especie de conjuro supersticioso del estilo de los que hace Harry Potter en sus películas, lanzado hace dos mil años desde la Cruz, "conjuro" del que emanaría desde hace veinte siglos y para siempre una especie de "sustancia invisible" o "aroma" que nos salvaría desde la distancia en el tiempo, sin nunca recibirlo en la realidad o hacerlo carne en nosotros, lo que es contrario al cristianismo porque su objetivo es que Cristo llegue a vivir en nosotros para ser salvados por su sacrificio, y ya con el en nuestro interior poder predicar y salvar a los demás, que es en lo que consiste la Sucesión Apostólica. Esa autoridad apostólica no se transmite por la Biblia fuera de la Iglesia Católica como los evangélicos creen. 
Sin vivirlo antes nadie puede ser salvo ni llevar a Cristo a otros, que es lo que sucede con los pastores evangélicos porque viven un cristianismo "light", sin Cruz, sin Cristo vivo en ellos. 


Eso significa que la relación con Jesús no es solo vertical, que no nos llega solo desde arriba, desde donde está en el Cielo, sino horizontal por medio de su Iglesia, la que vive en su presencia real, como lo dice 1Tim 3, 15-16. Incluso primero debe ser horizontal, por medio de su Iglesia a través de la Eucaristía y la Palabra que nos es predicada por sus dirigentes, como el mismo Jesús lo estableció, para después ser vertical porque nos llega desde lo alto el Espíritu, y de esa forma llega a ser interior, personal. 

Nadie puede llegar a  tener una relación personal con Jesús sin contar antes con la Iglesia Católica que es la que nos lleva por mandato de Jesús y por la autoridad que le dio, al encuentro personal con El vivido como experiencia real.

Pensar lo contrario es una fantasía tan irreal y característica de las películas de ciencia ficción semejante a creer que por ser inspirada por Dios al leer la Biblia salen de ella pajaritos invisibles que nos llevan como por arte de magia a la verdad, cuando el ser inspirada solo significa que para interpretarla en la verdad y llegar a la verdad completa debemos interpretarla recibiendo antes como experiencia real y visible el mismo Espíritu que la inspiró, como lo dijo el mismo Jesús en Jn 16, 13.