ANALIZA DIFERENTES TEMAS GENERALMENTE POLÉMICOS DE NUESTRA FE CRISTIANA
PARA MOSTRAR SI TIENEN o NO SUSTENTO BÍBLICO.

"La pregunta principal que nos planteamos hoy es ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en los corazones de nuestros contemporáneos, a menudo cerrados, y en sus mentes, a veces distraídas por tantos destellos de la sociedad?"... ..."La primera respuesta es que nosotros podemos hablar de Dios porque Dios ha hablado con nosotros. La primera condición del hablar de Dios es, por lo tanto, la escucha de lo que ha dicho el mismo Dios."
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AAA ¿Todo el que usa la Biblia lo hace en verdad para corregir y amar? "Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia", 2Tim 3:16-17



Un hermano evangélico me dijo alguna vez: "falso. Los cristianos no odian, aman. Por eso usamos la Biblia para corregir".

¿Por el sólo hecho de usar la Biblia para corregir se está amando al que es objeto de nuestra corrección? Veamos si eso es cierto. 
Cito un pasaje de la misma Biblia que dice: 


"entonces el diablo le lleva consigo a la ciudad santa, le pone sobre el alero del Templo, y le dice: «si eres hijo de Dios, tírate abajo, PORQUE ESTÁ ESCRITO: a sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.», Mt 4, 6.

Dios dice a sus hijos que a sus ángeles ha dado la instrucción de que no permitan que tropecemos en nuestra vida diaria y común, pero el demonio agrega de su propia razón que eso significa que si nos tiramos de un edificio no nos pasará nada. 

Como vemos, hay malicia y engaño en su libre, racional y personal interpretación de la Escritura, usando versículos aislados y fuera de contexto para tergiversar la verdad bíblica.


¿Podemos decir que el demonio amaba a Jesús solo por el hecho de haber usado la Escritura para según él “corregirlo”?


Por supuesto que no lo amaba porque lo que buscaba en el fondo detrás de sus argumentos bíblicos solo racionales y fuera de contexto era hacerle creer un error para que se perdiera. Porque en el fondo envidiaba la legitimidad de su fe, su felicidad y su entrega y amor a Dios. 


Y no buscaba corregirlo de un supuesto error con buena fe, sino convencerlo de su propia “verdad” personal sacada de torcer las Escrituras, lo que proviene más del egoísmo que del amor.

¿Como respondió el Señor?: "Jesús le dijo: «TAMBIÉN ESTÁ ESCRITO: no tentarás al Señor tu Dios.»"


Respondió como vemos con la interpretación que el Espíritu le daba de todo el contexto de la Escritura, no de versículos aislados y por eso mal interpretados.


Algunos escribas y fariseos también usaron mucho su libre, racional y personal interpretación de la Escritura en contra de Jesús y buscando siempre condenar a los demás: 


“«maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó EN LA LEY apedrear a estas mujeres. ¿tú qué dices?» esto LO DECÍAN PARA TENTARLE, PARA TENER DE QUE ACUSARLE." (esta misma actitud la tenemos muchos hoy, de usar la Biblia para acusar de errores a los demás).

¿Y cómo les respondió el Señor?: "les dijo: «aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra».", Jn 8, 2-11.

Respondió Jesús a la mala intención de los fariseos con el amor y la misericordia de Dios por el Espíritu que había recibido en su corazón desde su Bautismo, buscando siempre salvar, no condenar, y con la interpretación que Éste le daba de la fe verdadera. Y sin malicia alguna en contraste con la actitud de los escribas y fariseos.

Esto prueba que NO TODO EL QUE USA LA ESCRITURA LO HACE POR AMOR NI BUSCA CORREGIR SINO LLEVAR A UNA FALSA y PROPIA VERDAD QUE NO ES LA DE CRISTO. Porque si corrigen desde su propia razón, y sin vivir la experiencia real del amor de Cristo vivo en ellos, usarán la Biblia para juzgar y condenar, para acusar a los demás de supuestos e inexistentes errores doctrinales (o personales), como hacen muchos hoy, para descalificar a los que no piensan como ellos.

Por ello el fariseo en la famosa parábola, Lc 18, 9, solo veía los pecados de los demás pero se veía puro y se justificaba a sí mismo. Mientras el publicano que tenía la verdadera espiritualidad no juzgaba a los demás sino que pedía perdón por sus propios pecados. Se miraba a sí mismo para mejorar y no a los otros para juzgarlos y condenarlos (muchos no lo hacen de mala fe, así se los han enseñado sus pastores, pero lo han elegido libremente y eso tiene consecuencias espirituales en quien lo hace).

Jesús le dijo a los dirigentes de su única Iglesia hace dos mil años: “El que A USTEDES escucha, A MI me escucha”, Lc 10, 16. Y también “ABRIÓ SUS INTELIGENCIAS PARA QUE COMPRENDIERAN LAS ESCRITURAS", Lc 24, 45. 
De esa forma Cristo le dio a su Iglesia única y universal que formó El mismo en persona hace dos mil años, la Católica, la potestad y la luz para interpretar la Escritura con el amor y la misericordia que El mismo usó, presente en ellos por su Espíritu recibido desde Pentecostés hasta hoy, para que fueran a hablar como Cristo y A SALVAR a las gentes que creyeran a su predicación, NO A CONDENARLAS NI JUZGARLAS por sus actos u omisiones, Mc 16, 15-16; Jn 12, 47.


Por ello dijo Pablo que en sus manos, las de los dirigentes de su Iglesia, "Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena.". 

Solo quien vive en el amor y la luz de Dios, en su presencia manifestada como en Pentecostés a los Apóstoles, puede lograr esos objetivos usando la Escritura. Porque se trata de amar como Cristo, con sus pensamientos, sentimientos y deseos nacidos del Espíritu, no con nuestros deseos, sentimientos y razonamientos meramente humanos.

Quien no vive en esa presencia real de Dios no solo caerá en errores propios que obstaculizarán su crecimiento, sino que lastimará y ofenderá a los demás mas que corregirlos para edificarlos porque sin Dios ninguna predicación edifica. A lo sumo se podrá convencer a alguien de irse a una congregación, pero con no solamente no salvará a nadie porque la fe no consiste en sólo pertenecer a un grupo determinado, sino que en él crezcamos hasta que lleguemos a tener la misma estatura de Jesús, a ser iguales a Él.

Los hermanos separados le quitan, le ponen y tergiversan la Escritura con el ánimo de interpretarla para atacar la fe de otros, especialmente a los Católicos, tal como lo hizo el demonio con Jesús en las tentaciones y lo hicieron algunos de los escribas y fariseos, que eran los "Sola Scriptura" de su época. 

En Ap 12, 17 dice que el demonio despechado contra la Mujer (María y la Iglesia de la que es figura) por no haber podido devorar a su Hijo (Jesús), se fue a hacer la guerra AL RESTO DE SUS HIJOS que somos los Católicos, los que reconocemos a María y a la Iglesia como Madre.
Es indudable que allí hay una relación entre la forma en que el demonio usó la Escritura para atacar a Jesús y la forma en que los evangélicos usan la Escritura para atacar la fe de los católicos porque es la misma. El demonio los usa para atacar a Crsto y su Iglesia como está revelado desde un principio en el texto citado.

A ello se refería Pablo cuando dijo: "Y lo que hago lo seguiré haciendo para quitar todo pretexto a los que lo buscan con el fin de ser iguales a nosotros en lo que se glorían. Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y nada tiene de extraño: que el mismo satanás se disfraza de ángel de luz. Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia. Pero su fin será conforme a sus obras", 1Cor 11, 12-15.

Es por ello que debemos todos los cristianos -algunos católicos también hemos caído en eso- dejar esa actitud de usar la Biblia en contra de otros para juzgarlos y acusarlos de todo lo humano y lo divino y usarla más bien para mirarnos a nosotros mismos y corregir lo que tenemos que no es agradable a Dios para crecer como personas y como creyentes.