ANALIZA DIFERENTES TEMAS GENERALMENTE POLÉMICOS DE NUESTRA FE CRISTIANA
PARA MOSTRAR SI TIENEN o NO SUSTENTO BÍBLICO.

"La pregunta principal que nos planteamos hoy es ¿cómo hablar de Dios en nuestro tiempo? ¿Cómo comunicar el Evangelio, para abrir caminos a su verdad salvífica en los corazones de nuestros contemporáneos, a menudo cerrados, y en sus mentes, a veces distraídas por tantos destellos de la sociedad?"... ..."La primera respuesta es que nosotros podemos hablar de Dios porque Dios ha hablado con nosotros. La primera condición del hablar de Dios es, por lo tanto, la escucha de lo que ha dicho el mismo Dios."
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AAA Vocabulario o Diccionario de Términos Bíblicos


IGLESIA DE CRISTO:
Conjunto de personas que conforman el único Cuerpo de Cristo que El en persona estableció y formó en un momento concreto de nuestra historia hace dos mil años con los Apóstoles, Cuerpo que es para siempre el mismo y que por lo tanto permanece en todo tiempo de existencia de la humanidad, Mt 28, 20, que contiene todo lo necesario para creer en Jesús y salvarnos, Mc 16, 15-16, y que es desde los Apóstoles hasta el fin de la historia humana el único medio eficaz, Mt 16, 18, para llevarnos al encuentro personal con Cristo, que es el único objetivo de la fe cristiana, Rom 8, 29-30; Gal 4, 19.  
RELIGIÓN:
Conjunto de ritos y mandamientos que Jesús en persona estableció, celebró y ordenó seguir celebrando a su Iglesia única para que por medio de ellos nos salváramos. Son los medios por los cuales nos es comunicada la Gracia, Mc 16, 15-16; Jn 6, 54; Jn 20, 23, etc.

GRACIA:
Es el proceso mediante el cual se nos comunica o entrega poco a poco a la persona del Espíritu Santo a los miembros de su Iglesia única. Es la presencia real de Dios en nosotros. También se denomina Gracia a las inspiraciones o iluminaciones que provienen del Espíritu una vez recibido en plenitud como en Pentecostés.

MUERTE :
1. INTERIOR: Estado en el que por el pecado original permanecemos hasta nuestra conversión. CIC 402: "Todos los hombres están implicados en el pecado de Adán. San Pablo lo afirma: "Por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores" (Rm 5,19): "Como por un solo hombre entró el pecado EN EL MUNDO Y por el pecado LA MUERTE y así LA MUERTE ALCANZÓ A TODOS LOS HOMBRES PORQUE TODOS PECARON..." (Rm 5,12).

2. ONTOLÓGICA: Es la muerte en la Cruz de Cristo que nos proporciona la fe en El cuando nos convertimos. Elimina definitivamente nuestra muerte por el pecado original. Pablo la expresó cuando dijo: "Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo..."... Por ello en el Pregón Pascual los católicos cantamos : "muriendo, destruyó nuestra muerte..."

3. FÍSICA: terminación de nuestra vida terrenal.


CONVERSIÓN:
1. PRIMERA: cuando por primera vez llegamos a la Iglesia, nos arrepentimos de nuestros pecados y pedimos perdón por ellos a Dios.

2. SEGUNDA: Momento desde el cual en nuestro peregrinar de fe hemos sido transformados por la presencia real y plena de Cristo en nosotros por su Espíritu, como lo vivieron los Apóstoles en Pentecostés. También es llamado "Bautismo en Espíritu" por el mismo Jesús: "Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días", Hch 1, 4-5. Se constituye en nuestro objetivo de fe. Es un anticipo de la Parusía y de la resurrección definitiva. Pablo la describió cuando dijo: "con Cristo estoy crucificado y ya no vivo yo sino que es Cristo quien vive en mi" Gal 2, 20. Otros escritores bíblicos también lo hicieron con otras palabras. Su efecto casi inmediato es la llamada JUSTIFICACIÓN según Pablo (Rom 5, 5) y el Catecismo de la Iglesia Católica.

MUNDO:
1. Nuestro planeta, el mundo físico.

2. Es la realidad espiritual y comportamental en que vivimos cuando no estamos en la presencia interior de Cristo, antes de nuestra conversión. Cuando llevamos una vida opuesta a la de su voluntad para nosotros...


FIN DEL MUNDO:
1. Fin del mundo físico.

2. Fin de nuestra realidad terrenal sin Cristo. Fin de nuestra oposición a El.

ÚLTIMO DIA:
1. El día de la resurrección final de nuestros cuerpos para el Juicio Final, poco antes del fin del mundo físico.

2. Fin de nuestra vida terrenal sin Cristo al convertirnos y comenzar la vida en su presencia real.

FIN DE LOS TIEMPOS o TIEMPOS FINALES:
Período de la historia humana que va desde la primera venida del Señor hace dos mil años, hasta la Parusía del Señor para el Juicio Final antes del fin del mundo físico. No confundir con el evento del fin del mundo físico o con el fin de la historia humana por efecto del fin del mundo físico.

RESURRECCIÓN:

1. PRIMERA: Nos es comunicada por la conversión o justificación, es la misma resurrección interior de que habló Pablo en Gal 2, 20. CIC 1002: "Si es verdad que Cristo nos resucitará en "el último día", también lo es, en cierto modo, QUE NOSOTROS YA HEMOS RESUCITADO CON CRISTO. En efecto, GRACIAS AL ESPIRITU SANTO, la vida cristiana EN LA TIERRA es, desde ahora, UNA PARTICIPACIÓN EN LA MUERTE y RESURRECCIÓN DE CRISTO: «Sepultados con él en el Bautismo, con él también habéis resucitado por la fe en la acción de Dios, que le resucitó de entre los muertos [...] Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios» (Col 2, 12; 3, 1).

2. SEGUNDA: Se da inmediatamente después de nuestra muerte física al final de nuestra vida terrenal. Por ella actúan y viven los Santos en la resurrección y nos pueden ayudar en nuestra fe al tener comunión con nosotros. CIC 1022: "Cada hombre recibe la retribución eterna para su alma inmortal justo en el momento de su muerte”. "Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad [...] No dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos QUE ADQUIRIERON EN LA TIERRA. Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad" (LG 49)

3. TERCERA: La viviremos TODOS al fin de la historia, del mundo físico, en la que nuestro cuerpo carnal se une a nuestra alma resucitada (o condenada) desde nuestra muerte física. CIC 1001 (Resucitarán los muertos) "¿Cuándo? Sin duda en el "último día" (Juan 6:39-40,44, 54; 11:24); "al fin del mundo".

JUICIO:
1. DEL MUNDO o TERRENAL: El que establece Jesús en la Tierra a cada persona, con relación a El. El mismo lo describió al decir: "porque no he venido a juzgar al mundo sino a salvar el mundo. El juicio consiste en que la luz ha venido al mundo y los hombres la rechazaron prefiriendo la oscuridad. El que cree no es juzgado. El que no cree ya está juzgado."

2. PARTICULAR: Lo vivimos al morir físicamente. CIC 1022: "Cada hombre recibe la retribución eterna para su alma inmortal justo en el momento de su muerte”, es decir, condenación o resurrección.

3. FINAL: Se da al final de la historia de la humanidad antes de la extinción del mundo físico, con la Parusía, cuando todos los seres humanos resucitaremos en cuerpo y alma en la Tierra y seremos juzgados por El.


BAUTISMO:

RITO : Sacramento de la Iglesia Católica impartido a bebés o adultos.

EN AGUA: No confundir con el Rito. Bautismo "en agua" se refiere a que quien evangeliza por no tener el Espíritu no imparte o entrega el Espíritu a quienes les predica. Juan el Bautista, por no estar convertido plenamente por estar aun bajo la Ley pues fue el último de los profetas de la Ley, no impartía el Espíritu con su predicación, sino solo para llamar a conversión y al perdón de los pecados, para que siguieran a Jesús que si impartía el Bautismo en Espíritu: "Yo les bautizo en agua pero detrás de mi viene uno que os bautizará en Espíritu Santo y fuego", Mt 3, 11. Equivale esta condición de Juan a quienes hoy no están convertidos porque viven aún bajo la ley del pecado y sólo se pueden seguir por la Ley escrita.

EN ESPÍRITU: Bautismo en el que recibimos el Espíritu Santo en plenitud. Es diferente al Rito del Bautismo. A los Apóstoles la predicación de Jesús les transmitía el Espíritu a medida que creían al Evangelio vivo en su Palabra, hasta recibirlo en plenitud en Pentecostés, lo que les fue anunciado por el mismo Jesús: "Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días", Hch 1, 4-5. Nosotros debemos recibirlo de la misma manera en nuestra segunda conversión. Equivale a estar convertido o justificado, Rm 8, 29-30, y por eso puede transmitir el mismo Espíritu a los que lo escuchan y creen, bautizar también en Espíritu.


LA LEY:

NATURAL o DE LA CARNE: a la que todos estamos sometidos por y desde el pecado original. "Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu." Rom 8,5. "Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.", Gál 5,24-25. Esas "pasiones y deseos" de nuestro cuerpo y nuestra voluntad humana sin Cristo es la ley natural. A eso se refirió Pablo cuando dijo: “El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado está en la ley” (1Cor 15, 57). Nótese que no es la ley escrita sino una condición interior o fuerza que nos lleva hacia el pecado. Por eso dijo en otra ocasión: "hago el mal que no quiero y no hago el bien que quiero". Esta condición de estar sometidos a la ley natural nos es quitada con la conversión por la fe, cuando ya somos guiados por el Espíritu: "Pero nosotros vencemos en Cristo resucitado".  

ESCRITA: Para los judíos y los primeros cristianos era la Torá, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. Para algunos cristianos de hoy es el Antiguo Testamento. Pero realmente es la Biblia completa pues el Nuevo Testamento también hace parte de la ley escrita para los cristianos.

DEL ESPÍRITU: Es la que nos es transmitida directamente por el Espíritu después de nuestra conversión, justificación o bautismo en Espíritu. "Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu." Rom 8, 5. "Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es", Juan 3,6. "Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.", Gál 5,24-25. "Porque si vivis conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." Rom 8, 13-14


INFIERNO: 
No es un sitio físico en el mas allá. Es un estado interior que vivimos todos los seres humanos antes de nuestra conversión a Cristo, antes de recibir el Bautismo en Espíritu como los Apóstoles en Pentecostés. Es la separación real de Cristo en nosotros. Según Juan Pablo II, las imágenes utilizadas por la Biblia para presentarnos simbólicamente el infierno deben ser interpretadas correctamente y “más que un lugar, es la situación de quien se aparta de modo libre y definitivo de Dios”. Es decir, es la separación de Dios o la misma muerte interior causada por el pecado: "Como por un solo hombre entró el pecado EN EL MUNDO y por el pecado LA MUERTE y así LA MUERTE ALCANZÓ A TODOS LOS HOMBRES PORQUE TODOS PECARON",(Rm 5,12). En ese estado interior permanecen en el mas allá los que no creen ni mueren con Cristo.

PURGATORIO: 
Tampoco es un sitio en el mas allá. “El purgatorio no es un elemento de las entrañas de la Tierra, no es un fuego exterior, sino interno. Es el fuego que purifica las almas en el camino de la plena unión con Dios”, afirmó el Papa Benedicto XVI. Es una “experiencia interior del hombre en su camino hacia la eternidad”. Con la conversión, al recibir el Espíritu el hombre puede vivir el purgatorio durante su vida en la Tierra. Los que lo viven en el mas allá es porque muriendo con Cristo pero sin estar perfectamente purificados deben hacerlo para llegar a la presencia plena de Dios. Es a ellos a los que van dirigidas nuestras oraciones de difuntos, lo que pidió el Papa hacer a todos los fieles.

CIELO: 
Es el estado interior opuesto al del infierno y por lo tanto tampoco es un sitio en el mas allá. Es un estado interior de todos los que por su conversión o bautismo en Espíritu viven en la presencia de Cristo ya desde la vida terrenal, estado con el que continúan después de la muerte física. Juan Pablo II aseguró que existe, pero que no es “ni una abstracción ni un lugar físico entre las nubes, sino una relación viva y personal con Dios", la que se comienza desde nuestra vida terrenal por la fe. El Papa Benedicto XVI se refirió a ello en una homilía recientemente: “Todos nosotros somos bien conscientes que con el término ‘cielo’ no nos referimos a algún lugar del universo, a una estrella o algo similar: no. Nos referimos a algo mucho más grande y difícil de definir con nuestros conceptos humanos”, precisó. “Con este término cielo –agregó- queremos afirmar que Dios se hizo cercano a nosotros, no nos abandona ni siquiera en y más allá de la muerte sino que tiene un lugar para nosotros y nos dona la eternidad”. Apuntó que, "por ello, la serenidad, la esperanza y la paz de los cristianos se funda justamente en la seguridad de que en Dios, en su pensamiento y en su amor, no sobrevive sólo una sombra de los seres humanos sino todo su ser en la eternidad". “Su amor vence la muerte y nos dona la eternidad, este amor lo llamamos cielo: Dios es tan grande como para tener espacio también para nosotros”, estableció.


Nota: a este artículo le estamos agregando términos permanentemente. Comenzamos con los mas polémicos por necesitar mayor aclaración.